«Hasta hace poco, se pensaba que la pérdida de fotorreceptores era irreversible, pero con este trabajo, ahora hay pruebas suficientes para pensar que podríamos ser capaces de revertir la ceguera en el futuro», dijo Robert Lanza, director médico de Advanced Cell Technology, una empresa de Marlborough , Massachusetts, que está evaluando si la implantación de células epiteliales del pigmento retiniano que alimentan a otros tipos de células de la retina puede prevenir la ceguera relacionada con la edad avanzada. «Pero hay que repetirlo utilizando células humanas, y hay un montón de cuestiones técnicas que deben abordarse, como la ampliación del sistema de cultivo tridimensional.»

Por primera vez, se ha conseguido hacer crecer desde la nada en el laboratorio células fotosensibles que se encuentran en la retina, y después trasplantarlas con éxito en ojos de ratones ciegos.

Las células trasplantadas maduraron con éxito y se conectaron con los nervios que transmiten las señales visuales al cerebro.

Los investigadores dicen que si el procedimiento se puede repetir con células madre humanas, creen que pueden curar casi todos los tipos de ceguera que resultan de la degeneración de estas células fotorreceptoras, ya sea debido a los efectos del envejecimiento o a enfermedades como la diabetes.

«Podemos tratar a una completísima gama de pacientes,» dice Robin Ali, del University College de Londres, director del equipo que realizó el trasplante.

Otro tratamiento experimental con células madre, uno que implica un trasplante de células que apoyan y nutren los fotorreceptores del ojo, ha restaurado la visión de un hombre ciego por la degeneración de las células de su retina. Pero Ali dice que este tratamiento sólo funciona en personas que mantengan algunas células fotorreceptoras sobrevivientes, mientras que la nueva terapia podría funcionar, incluso, cuando estas células se han degenerado por completo.

Gelatina 3D

Ali y sus colegas crearon los fotorreceptores mediante un procedimiento relativamente nuevo que permite que las células madre embrionarias se auto-organicen en estructuras de la retina como en un globo tridimensional de gelatina.

Es crucial para el desarrollo de tratamientos humanos, identificar también el momento óptimo del desarrollo de las células –unos 24 días– para trasplantarlas a los ojos de los ratones. En ese momento, las células fotorreceptoras son todavía relativamente inmaduras, pero cuando se implantan encuentran su propio camino para llegar a los emplazamientos correctos en el ojo donde maduran completamente. Si las células ya hubiesen comenzado a convertirse en estructuras fotorreceptoras totalmente maduras llamadas segmentos externos, no habrían sido capaces de hacer esto cuando fueron trasplantadas, dice Ali.

«Ahora tenemos una hoja de ruta para hacer esto con las células madre embrionarias humanas», dice. El equipo ya ha desarrollado los precursores de las células fotorreceptoras de la retina humana. «El reto es conseguir que [el procedimiento] sea lo suficientemente eficiente para los trasplantes», dice.

Fuente: newscientist.com

Traducción: Asociación MÁCULA RETINA
Fotografía: Los fotorreceptores trasplantados (verde) se autoconectan con los nervios transportando señales ópticas al cerebro (Imagen: Gene and Cell Therapy Group/UCL)

 

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