Enfermedades causantes de ceguera (I): DMAE

La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una enfermedad degenerativa que afecta a la mácula, zona central de la retina responsable de la visión nítida y en detalle, y la que posibilita la realización de las actividades de la vida cotidiana como leer, coser, identificar las caras de las personas, ver la hora o marcar un número de teléfono. Actualmente es la principal causa de ceguera por encima de los 50 años en los países occidentales y su prevalencia aumenta con la edad, afectando a 700.000 personas (1,5 % de la población). La prevalencia puede oscilar desde un 0,5% a los 55 años hasta un 7% en mayores de 65 años. Se estima que la prevalencia se multiplicará por 3  en 25 años

Otro dato importante es que se sabe que la mitad de los pacientes con un ojo afecto de DMAE, tendrá afectación en el otro ojo en los próximos 5 años. Estos datos nos dan una idea de la gran repercusión que tiene y tendrá esta enfermedad en los próximos años, debido al envejecimiento de la población y al aumento en la esperanza de vida.

Existen dos tipos diferentes de DMAE:

  • DMAE seca: caracterizada por una pérdida de visión lenta, es la forma más habitual, afectando al 80% de los pacientes. Los depósitos que se acumulan en la zona van atrofiando la mácula y hacen que el paciente pierda lentamente visión en la zona central de su campo visual, siendo esta condición irreversible.
  • DMAE húmeda: caracterizada por una pérdida de visión rápida. Aparecen nuevos vasos sanguíneos bajo la mácula, muy frágiles, que acaban filtrando sangre y fluidos a la misma, y para esta condición existe tratamiento.

La DMAE tiene un origen degenerativo ligado al envejecimiento de la retina. Hay algunos factores de riesgo que propician la aparición de la enfermedad, tales como la edad, la predisposición genética, el tabaco, el alcohol, la hipertensión o niveles altos de colesterol.

El principal síntoma de la DMAE es la aparición de una mancha o imagen distorsionada el centro del campo visual, viendo mejor las zonas que la rodean.  Los enfermos de DMAE van perdiendo progresivamente la visión y la percepción de los colores también se ve afectada.

La DMAE no se puede prevenir, ya que va ligada al envejecimiento. Aún así, teniendo en cuenta los factores de riesgo descritos anteriormente, se pueden tomar ciertas medidas de precaución, como por ejemplo adoptar hábitos saludables, como cuidar la alimentación (con una dieta variada, alta en frutas, vegetales y omega-3) y evitar el tabaco.  Además, es muy importante realizarse periódicamente revisiones de fondo de ojo a partir de los 50 años, ya que el diagnóstico precoz de la enfermedad puede evitar en muchos casos la progresión hacia la ceguera, y por tanto reducen significativamente el riesgo de padecer DMAE y su pérdida de visión asociada. Los sistemas de screening o cribado mediante el uso del retinografo no midriático y la telemedicina, suponen un gran avance en la detección temprana de alteraciones maculares.

Además, los pacientes pueden controlar la aparición de los primeros síntomas mediante el uso de la Rejilla de Amsler. Se trata de una sencilla prueba que consiste en una cuadrícula de líneas paralelas verticales y horizontales con un punto en el centro. Los pacientes con DMAE no verán las líneas de la rejilla rectas, sino que las percibirán de forma ondulada, deformada o incluso como si faltase una parte de la rejilla.

 

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