El Institut de la Màcula i de la Retina de Barcelona ha puesto en marcha seis ensayos clínicos para mejorar el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la causa más común de ceguera en personas mayores. Además, se ha involucrado en otros tres estudios liderados desde otras instituciones para ensayar nuevas terapias contra la DMAE.

“Podemos conseguir cambiar el curso de una enfermedad que es una gran causa de discapacidad y sufrimiento en personas de edad avanzada”, declara Jordi Monés, director del Institut de la Màcula i de la Retina, el centro español con más actividad de investigación sobre la DMAE.

La degeneración macular asociada a la edad afecta a una de cada cuatro personas mayores de 80 años.

La enfermedad afecta a una de cada cuatro personas mayores de 80 años, que pierden progresivamente la capacidad de ver imágenes con nitidez. Está causada por un deterioro de la mácula, una parte de la retina esencial para distinguir detalles. Las consecuencias incluyen la incapacidad de leer, de conducir, de distinguir caras y, en casos avanzados, una ceguera funcional. Se trata de la enfermedad que obligó a la actriz Judi Dench, la M de James Bond, a abandonar su carrera porque ya no podía leer los guiones.

Cuatro de los ensayos clínicos en los que está implicado el Institut de la Màcula i de la Retina se centran en la llamada DMAE seca, que representa el 85% de los casos. En este tipo de DMAE, para la que hoy día no hay tratamiento, se deterioran las células de la mácula. Los ensayos evaluarán tres tratamientos que se han propuesto como candidatos para frenar la progresión de la enfermedad: intervención con láser, inyecciones de fármacos en el interior del ojo y suplementos dietéticos de grasas omega 3.

Los otros cinco ensayos se centran en la DMAE húmeda, que representa el 15% de casos restantes. Se caracteriza por el crecimiento anómalo de vasos sanguíneos en el centro de la retina, lo que enturbia la visión y acaba causando ceguera. Desde el 2005 esta enfermedad se trata con éxito con inyecciones mensuales en el interior del ojo de un fármaco que inhibe el crecimiento de vasos sanguíneos. Pero “creemos que este tratamiento aún se puede mejorar”, sostiene Jordi Monés, director del instituto, que está adscrito a la clínica Quirón-Teknon.

Los ensayos en los que participa el centro consistirán en probar nuevos fármacos para inhibir el crecimiento de los vasos sanguíneos, nuevas combinaciones de fármacos y nuevas maneras de administrarlos. “En lugar de una inyección al mes para todos los pacientes, pensamos que será mejor alargar progresivamente el intervalo entre inyecciones y averiguar cuál es el mejor intervalo para cada paciente”, sostiene Monés. “De este modo, reduciremos el riesgo de efectos secundarios y el coste del tratamiento y conseguiremos la misma eficacia”.

Está previsto que 140 pacientes participen en estos ensayos (100 en los estudios de DMAE seca y 40 en los de DMAE húmeda). “Para estos pacientes, un ensayo clínico es la única opción de acceder a nuevos fármacos que aún no están disponibles en el mercado y que, en el caso de la DMAE húmeda, ya sabemos que funcionan, aunque aún no sabemos cuál es la manera óptima de administrarlos”, destaca Monés. Los resultados de los estudios se conocerán a partir del año 2016.

Foto: El oftalmólogo Jordi Monés, en el Institut de la Màcula i de la Retina