En la imagen Josefa Jiménez con el doctor Laborda.

Josefa Jiménez Rodríguez, de 62 años, natural de Córdoba, nació con retinosis pigmentaria, una enfermedad hereditaria que la dejó completamente ciega hace 30 años.

El próximo día 4 de mayo en Málaga, a las 18 h., en la Diputación de Málaga, Plaza de la Marina, 4 explicará su experiencia durante la charla-debate.

El 27 de Abril de 2015 fue sometida a la intervención quirúrgica, siendo la segunda paciente en España en recibir esta prótesis. A partir de Mayo inició el proceso de entrenamiento para recuperar la memoria visual hasta llegar a distinguir formas, luces y sombras, que completó con un entrenamiento en Orientación y Movilidad con su terapeuta de la ONCE, con el objetivo de aprender a compaginar la información recibida a través del ojo biónico con las ayudas técnicas habituales y los demás sentidos. A la fecha, Josefa recibe seguimiento de parte de la clínica donde fue operada, sin haber sufrido ninguna complicación. Asimismo, se mantiene en contacto con los rehabilitadores para mejorar o potenciar el uso del sistema. El sistema de prótesis de retina Argus®II («Argus II») también se conoce como “ojo biónico” o “implante de retina”. Es el único implante con marcado CE y autorización de la FDA. Tiene por objeto proporcionar la estimulación eléctrica de la retina para inducir la percepción visual en personas ciegas. Está indicado para su uso en pacientes con retinosis pigmentaria de grave a profunda. El sistema de prótesis de retina Argus II, fabricado y desarrollo íntegramente por la empresa americana Second Sight, también conocido como “ojo biónico” o “implante de retina”, tiene como finalidad proporcionar la estimulación eléctrica de la retina para aumentar la percepción visual en personas ciegas. Una micro cámara alojada en las gafas del paciente captura las imágenes y éstas se envían a un pequeño ordenador que el paciente lleva encima, donde se procesan y transforma en instrucciones, estas se transmiten de forma inalámbrica a la antena del implante de retina. Estos impulsos estimulan las células sanas que quedan en la retina y transmiten la información al cerebro a través del nervio óptico para crear la percepción de patrones de luz, los cuales los pacientes aprenden a interpretar. En el mundo se han implantado más de 180 pacientes, de los cuales más de 100 han sido en Europa y de estos 4 en España.