Diario de un oftalmólogo voluntario en África.
Hacer un diario es algo complicado porque apenas tenemos tiempo. Desayunamos a las 7h y comenzamos la consulta a las 8h y estamos hasta las 14h . Viendo unos 100 pacientes, más los operados de los otros días.
El otro equipo va al hospital y opera 16 cataratas diarias. De 9h a 19 h.
Yo trabajo con dos optometristas que graduan y entregan gafas graduadas estándar y gafas de sol; luego todos los pacientes pasan por mi para verlos por lámpara de hendidura, toma de tensión y ver el fondo de ojo.
Es un trabajo ingente y enorme. Consuela y motiva la ayuda que les damos; pero físicamente es muy duro. Hace mucho calor y una humedad enorme; y el polvo está por todos lados.
La gente es humilde y agradecida y llama la atención la multirracialidad: con sus ropas coloreadas y típicas. Comemos y dormimos en un grupo escolar donde nos tratan bien y dormimos con relativa normalidad.
Falla mucho el agua y la luz pero vamos tirando. Dejaremos muy buena labor aquí y nuestras coronarias se dilatarán algo más.
Comemos arroz, aliños, tortillas, lentejas y garbanzos y fruta local que es muy buena. Intentamos que no falten las cervezas fresquitas que son como nuestra pequeña recompensa diaria. Por tanto esfuerzo y calor.
Tenemos módem para comunicarnos con el hospital y entre nosotros, y contactar por Wassap con España. Que está a unos 5000 km.
Este país está muy poco desarrollado .No se ven ningún blanco, y no hay turismo.
Doctor Eduardo Esteban González