Estrés mental como consecuencia y causa de la pérdida de la visión.

La pérdida de visión después de una lesión en la retina, el nervio óptico o el cerebro tiene a menudo graves consecuencias en la vida cotidiana, como pueden ser los problemas para reconocer las caras, la lectura o la movilidad.

Debido a que la pérdida de la visión se considera irreversible y, a menudo, progresiva, los pacientes experimentan estrés mental continuo debido a preocupaciones, ansiedad o miedo con consecuencias secundarias como la depresión y el aislamiento social.

Si bien el estrés mental prolongado es claramente una consecuencia de la pérdida de la visión, también puede agravar la situación. De hecho, el estrés prolongado y los niveles elevados de cortisol impactan negativamente en el ojo y el cerebro debido al desequilibrio del sistema nervioso autónomo (simpático) y la desregulación vascular.

Por lo tanto, el estrés también puede ser una de las principales causas de enfermedades del sistema visual como el glaucoma y la neuropatía óptica. Aunque el estrés es un factor de riesgo conocido, su papel causal en el desarrollo o la progresión de ciertos trastornos del sistema visual no se admite ampliamente. Esta revisión de la literatura discute la relación entre el estrés y las enfermedades oftalmológicas.

Concluimos que el estrés es tanto consecuencia como causa de pérdida de visión. Esto crea un círculo vicioso de una espiral descendente, en la que la pérdida de visión inicial crea un estrés que acelera aún más la pérdida de visión, creando aún más estrés, etc.

Esta nueva perspectiva psicosomática tiene varias implicaciones para la práctica clínica. En primer lugar, se deben recomendar las técnicas de reducción del estrés y la relajación (p. ej., meditación, entrenamiento autógeno, entrenamiento de manejo del estrés y psicoterapia para aprender a sobrellevar la situación) no solo como complemento de los tratamientos tradicionales de la pérdida de visión, sino también como medios preventivos para reducir la progresión de la pérdida de visión.

En segundo lugar, los médicos deben hacer todo lo posible para inculcar la positividad y el optimismo en sus pacientes mientras les brindan la información a la que tienen derecho los pacientes, especialmente en relación con el importante valor de la reducción del estrés.

De este modo, el ciclo vicioso podría ser interrumpido. Ahora se necesitan más estudios clínicos para confirmar el papel causal del estrés en diferentes enfermedades que producen discapacidad visual para evaluar la eficacia de diferentes terapias contra el estrés para prevenir la progresión y mejorar la recuperación de la visión.

Autores: Bernhard A. Sabel, Jiaqi Wang, Lizbeth Cárdenas-Morales, Muneeb Faiq, Christine Heim.

Traducción: Asociación Mácula Retina.

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