AKST4290, una terapia oral para la DMAE húmeda, da signos prometedores en los estudios de fase 2a.
Una nueva era en el tratamiento de la degeneración macular relacionada con la edad podría estar en el horizonte, ya que una potencial terapia oral ha demostrado la capacidad de ser bien tolerada y mejorar la agudeza visual.
Se ha demostrado que AKST4290, un inhibidor de CCR3 administrado por vía oral que bloquea la acción de la eotaxina, una proteína inmunomoduladora que aumenta a medida que los humanos envejecen y tienen enfermedades específicas relacionadas con la edad, mejora la visión en pacientes con degeneración macular relacionada con la edad neovascular que no habían recibido tratamiento previo y en pacientes refractarios que ya no responden al tratamiento anti-VEGF, en los estudios de fase 2a y 2b presentados en la Reunión Anual 2019 de la Academia Americana de Oftalmología (AAO) en San Francisco.
Para evaluar la seguridad y efectividad de AKST4290, los investigadores reclutaron cohortes de 30 pacientes sin tratamiento previo y 26 pacientes con degeneración macular relacionada con la edad neovascular refractaria de Polonia y Hungría. La edad media de la cohorte que no había recibido tratamiento previo fue de 73 años, el 60% eran mujeres, tenían la enfermedad desde hacia 28 años de promedio y tenían una agudeza visual mejor corregida (AVMC), de 56.6 al inicio del estudio. Entre los pacientes de la cohorte refractaria, la edad media fue de 76 años, el 61,5% eran mujeres, la duración media de la enfermedad fue de 1,9 años y la AVMC promedio fue de 52,7.
Los pacientes recibieron tratamiento durante 6 semanas y se les indicó que usaran la terapia oral dos veces al día. Al final de los estudios, 29 pacientes de la cohorte que no había recibido tratamiento previo fueron analizados y 25 permanecieron de la cohorte refractaria. Tras los análisis, que incluyeron información de un período de seguimiento que duró hasta el día 71, los investigadores notaron mejoras en la AVMC en ambos estudios.
Entre los pacientes con DMAE húmeda refractaria, los investigadores observaron que el 72% de los ojos experimentaron mantenimiento o mejoría de la AVMC en la semana 6 y la mejoría media en el grupo fue de 2 letras. Además, el 32% experimentó una ganancia de 0 a menos de 5 letras, el 40% ganó 5 o más letras y el 8% experimentó una ganancia de más de 10 letras.
En los incluidos en la cohorte que no había recibido tratamiento previo, la ganancia media en la AVMC fue de 7 letras y el 83% de los ojos lograron mantenimiento o mejoría en la AVMC. De esos pacientes, el 28% experimentó una ganancia de 0 a menos de 5 letras, el 55% ganó 5 o más letras y el 21% experimentó una ganancia de más de 10 letras.
Para conocer más sobre el potencial de este tratamiento y las molestias que supondrían para los pacientes las inyecciones anti-VEGF, el investigador principal Michael Stewart, MD, de Mayo Clinic Jacksonville, se sentó con nosotros en el AAO 2019 para dar su perspectiva y dar conocimiento sobre futuros ensayos.
MD Mag: ¿Puedes dar más detalles sobre los resultados de la Fase 2a de AKST4290, la terapia oral para DMAE húmeda presentados en AAO 2019?
Michael Stewart: Las dos pruebas que discutiremos han sido estas: se ejecutaron paralelas entre sí. Una fue un tratamiento con personas que no había recibido tratamiento previo y hemos realizado con poco más de 2 docenas de pacientes.
Pacientes con degeneración macular relacionada con la edad neovascular recientemente diagnosticada y tratados con AKST4290 oral dosificado dos veces al día durante 6 semanas, después de lo cual, se observó a los pacientes durante 4 semanas adicionales mientras estaban fuera de la terapia y en ese ensayo los pacientes mejoraron en un promedio de 7 letras de agudeza visual con una caída de casi 3 letras después de la conclusión de la terapia. Durante el período de seguimiento de 4 semanas, los pacientes no tuvieron cambios estadísticos en el grosor del subcampo central, pero curiosamente no tuvieron una disminución significativa en la altura del desprendimiento del epitelio pigmentario de la retina. Los pacientes toleraron bien el medicamento.
En el segundo ensayo, se realizó en paralelo, nuevamente con poco más de 2 docenas de pacientes. Este se realizó con pacientes que fueron tratados previamente con terapia estándar anti-VEGF y se consideró que respondían de forma incompleta: líquido persistente a pesar de la terapia mensual y las mejoras en la agudeza visual de menos de 5 letras. Luego, los pacientes comenzaron de nuevo con la terapia oral AKST4290 dos veces al día, se trataron durante 6 semanas (y) se les siguió durante otras cuatro semanas adicionales después del cese de la terapia. En estos pacientes, la agudeza visual mejoró una media de 2 letras en el punto final primario de 6 semanas. Nuevamente, el grosor del subcampo central cambió mínimamente pero, curiosamente, después de completar la terapia cuando los pacientes estaban sin tratamiento, el grosor del subcampo central aumentó significativamente después, lo que sugiere que el fármaco puede haber tenido un efecto inhibitorio sobre las fugas mientras se administraba el tratamiento. Una vez más, el medicamento fue tolerada muy bien. Ningún paciente se vio obligado a suspender la terapia durante el ensayo.
En definitiva, lo que sucede es que los pacientes son mucho más independientes y disminuye la interacción necesaria con los centros médicos, permitiendo a los facultativos ver a otros pacientes que necesitan diagnóstico y tratamiento para esta o cualquier otro tipo de enfermedades.
Autor: Patrick Campbell.
Traducción: Asociación Mácula Retina.
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