Implantada retina artificial NR600 a un paciente de 70 años

Implantada retina artificial NR600 a un paciente de 70 años

El Hospital Gemelli da un paso histórico: implanta una retina artificial a una persona invidente de 70 años.
Operación perfectamente lograda por el director de oftalmología del Hospital Gemelli, Stanislao Rizzo, uno de los pioneros en implantes de retina artificial.

Por primera vez en Italia, se ha implantado a una persona ciega de setenta años una retina artificial de última generación. La operación, llevada a cabo por el profesor Stanislao Rizzo, director de la Unidad de Oftalmología de la Fondazione Policlinico Universitario Agostino Gemelli IRCCS y profesor de Oftalmología en el campus de la Università Cattolica de Roma, duró sólo dos horas. Cuando se despertó, el paciente, que padecía una forma grave de retinosis pigmentaria que le había hecho perder la visión, ya era capaz de percibir la luz.

El profesor Rizzo fue pionero en los implantes de retina artificial: en 2011, fue el primero en utilizar el Argus, la primera prótesis de retina que se utilizó en un paciente ciego.

«Estamos muy contentos con el inicio de esta nueva experiencia», comenta el profesor Rizzo, «que es fruto del trabajo en equipo, por lo que doy las gracias a todo mi equipo, formado por personas apasionadas y entusiastas». Esta nueva retina artificial debería darnos mejores resultados que las anteriores, ya que está equipada con más de 400 electrodos, muchos más que la Argus, que tenía 60. La idea de devolver incluso una apariencia de visión a personas que llevan años viviendo en la oscuridad es el sueño de cualquier médico. El paciente operado ya puede ver la luz y esto es realmente increíble. Por ahora, la retina artificial sólo está indicada para los pacientes que padecen retinosis pigmentaria (una enfermedad que afecta a unos 150.000 italianos) en las fases más avanzadas de la enfermedad, es decir, personas que han perdido completamente la visión en ambos ojos, una dolencia que afecta a unos 1.000-1.500 italianos. Los criterios de selección para entrar en este ensayo experimental son actualmente muy estrictos y restrictivos».

La nueva retina artificial (NR600) ha sido desarrollada por la empresa Nano Retina, con sede en Herzliya, el «Silicon Valley» israelí, cerca de Tel Aviv. La operación realizada en el Hospital Gemelli es el sexto implante (el primero en Italia) del nuevo dispositivo en humanos, tras los realizados el año pasado en Israel y Bélgica (los pacientes operados hasta ahora tienen entre 59 y 81 años). El dispositivo se está probando en Europa como parte de un ensayo clínico multicéntrico en el que participan unos 20 pacientes, con el objetivo de obtener la aprobación de la CE para esta innovadora prótesis de retina.

Una concentración de alta tecnología en pocos milímetros

Esta joya de alta tecnología es el resultado de más de una década de investigación. El implante, que tiene el tamaño aproximado de la punta de un lápiz (5 mm de diámetro x 1 mm de grosor), es colocado por un súper experto en cirugía de la retina por encima de la superficie de ésta. Los electrodos tridimensionales penetran entre las células de la retina, ocupando el lugar de los fotorreceptores (las células especializadas que nos permiten «ver») y activando con sus impulsos las células ganglionares, que transmiten la información al cerebro, haciéndola viajar por las vías ópticas.

Para activar los microelectrodos 3D, el paciente debe llevar unas gafas especiales que envían un rayo infrarrojo al dispositivo, que lo alimenta a través de un diminuto sistema fotovoltaico (dos células fotovoltaicas) con el que está equipado. El software y el hardware que contienen las gafas también controlan y modulan (como si se tratara de un alfabeto morse) los estímulos luminosos que llegan a los electrodos, traduciéndolos en impulsos eléctricos que luego transmiten la información al cerebro a través de las vías ópticas.

«En la última fase de la retinosis pigmentaria», explica el profesor Stanislao Rizzo, «los fotorreceptores (conos y bastones) se destruyen por completo; pero algunas células, como las ganglionares de la retina, sobreviven. Son células importantes porque transmiten la información de los fotorreceptores al cerebro. Los electrodos 3D sustituyen a los fotorreceptores, las células especializadas que componen la primera parte de las vías ópticas y transmiten la información a las células ganglionares».

Cómo vemos con la retina artificial

El implante de este dispositivo restablece parte de la función de la retina, pero no recupera la visión. El paciente puede volver a ver la luz inmediatamente después del implante, pero el programa de rehabilitación suele iniciarse un par de semanas después de la operación. Se trata de una serie de ejercicios que se practican con el paciente, que aprende a ver de nuevo a través de esta especie de ojo biónico; también se lleva a cabo un ajuste de la estimulación de los electrodos para conseguir la mejor visión posible. Al final de este entrenamiento especial, el paciente será capaz de distinguir la forma de los objetos, reconocer el movimiento, aprender a interpretar estas nuevas imágenes, que ve en blanco y negro y pixeladas; gracias a la plasticidad neuronal, el cerebro aprenderá gradualmente a distinguir y reconocer estos objetos. Esto garantiza al paciente una mejor interacción social y le devuelve cierto grado de independencia en las actividades de la vida diaria.

¿Para qué pacientes está indicada la retina artificial?

Para este tipo de implantes», explica el profesor Rizzo, «es esencial seleccionar cuidadosamente al paciente candidato, que es evaluado mediante una serie de entrevistas psicológicas; esto sirve para evaluar tanto su potencial para recorrer un camino de rehabilitación que le llevará mucho tiempo, como sus expectativas. Porque este implante no restablece la visión normal, sino una visión artificial, «biónica». El paciente debe estar preparado para el hecho de que lo que verá es una reconstrucción a través de «fosfenos», destellos de luz, que componen una imagen pixelada. La visión de conjunto se obtiene gracias al trabajo de los 576 electrodos del aparato, cuyos parámetros deben configurarse con mucha paciencia, mediante una aplicación especial».

Implantada retina artificial NR600 a un paciente de 70 años

Traducción: Asociación Mácula Retina.