En mis años de experiencia en el mundo de la visión, mi conclusión es que, lo primero, es el paciente y su entorno. Es muy difícil ayudar y/o solucionar demandas sin conocerlas, por lo que es fundamental saber cómo se siente, qué es lo que necesita, escuchar tanto a él como a las personas mas cercanas.
En la vida no todos queremos lo mismo y nuestras prioridades son distintas.
Esto implica saber escuchar y mucha empatía. Después vendrán las pruebas, las ayudas, la tecnología y los consejos.
¿Mi pasión es la lectura?, ¿es pasear?, ¿es jugar al dominó?, ¿ver televisión?
La autonomía en los actos es lo que nos da la libertad, sentirnos útiles y no depender, o hacerlo lo menos posible, de los demás ya que, además, crea un sentimiento de dependencia, y tras eso, rabia y depresión.
El resto es trabajar en común y poner por ambas partes la mayor ilusión y trabajo.
Si no entendemos esto, difícilmente podremos ayudar y ser ayudados.