Las discapacidades visuales se asocian con hasta 100.000 casos de demencia en EE.UU.

Hasta 100.000 casos de demencia en Estados Unidos podrían haberse evitado con una mejor atención ocular, según un estudio financiado por el NIA y publicado en JAMA Neurology.

Mientras continúa la búsqueda de innovadores fármacos o actuaciones que puedan servir de tratamiento para la enfermedad de Alzheimer y otras demencias seniles, los científicos también están explorando las formas existentes de abordar los factores de riesgo modificables de estas enfermedades.

La Comisión de la revista Lancet sobre Dementia Prevention, Intervention, and Care ya había ampliado su lista de otros factores de riesgo modificables para la demencia. Entre ellos figuran factores como la pérdida de audición, la hipertensión arterial, la obesidad, el tabaquismo, la falta de ejercicio, la diabetes, las lesiones cerebrales, el consumo excesivo de alcohol y la exposición a la contaminación atmosférica.

Esta investigación más reciente incluye datos del Estudio de Salud y Jubilación (HRS) de la Universidad de Michigan, financiado por el NIA, un estudio longitudinal que hace un seguimiento de los cambios en la salud y las circunstancias económicas de más de 20.000 voluntarios personas mayores. Los científicos descubrieron que una de las principales acciones preventivas que pueden reducir el riesgo de padecer Alzheimer y otras demencias seniles es la corrección de los problemas de visión, mediante métodos como los exámenes oculares, las gafas y la cirugía de cataratas.

Los investigadores señalaron que alrededor del 1,8% de los casos de demencia en EE.UU. estaban asociados con la discapacidad visual, y estimaron que para el año 2050, ese total aumentaría a unos 250.000 casos. Los investigadores también mostraron que la incidencia de las discapacidades visuales en las personas mayores era mayor en el caso de los hispanos, con un 11%, en comparación con el 8,3% de media en el caso de los negros y los blancos no hispanos.

En un artículo de opinión adjunto, los científicos señalan que este tipo de casos de discapacidad visual subsanable es preocupante porque, al igual que la pérdida de audición, cada vez hay más pruebas de que los problemas de visión añaden una carga cognitiva adicional al cerebro y están relacionados con cambios en la función y la estructura cerebral similares a los que se observan en la demencia. Se cree que estos efectos destructivos se ven agravados por la pérdida de estímulos que puede producirse cuando las personas mayores con discapacidades sensoriales no tratadas reducen su participación en sus anteriores rutinas diarias y actividades sociales.

Los investigadores constataron que las tecnologías y los tratamientos de corrección de la visión existentes, incluidas las gafas y la cirugía de cataratas, están infrautilizados en EE.UU. y en todo el mundo, especialmente en las colectividades con menos recursos. Llegaron a la conclusión de que se necesitan estudios adicionales para comprobar si abordar los problemas de visión corregibles puede ser una intervención eficaz para proteger la salud cognitiva.

Traducción: Asociación Mácula Retina

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