Un equipo internacional de científicos encabezado por biólogos de la Universidad de California San Diego, Estados Unidos, ha descubierto que las conocidas como «células madre pluripotentes inducidas» o iPSCs, que se derivan de las propias células de un individuo, pueden diferenciarse en varios tipos de células funcionales con distinta suerte en cuanto a rechazo inmunológico y que el sistema inmune no rechaza las iPSCs si se convierten en células de epitelio pigmentario retiniano dirigidas al ojo.
Su descubrimiento, que se detalla en un artículo en la edición digital de esta semana de ‘Cell Stem Cell’ y que se publicará en la edición impresa de la revista el próximo 3 de septiembre, ofrece esperanza para el desarrollo de terapias con células madre humanas para tratar la degeneración macular, la principal causa de la ceguera y discapacidad visual en los adultos mayores. Se estima que entre unos 30 y 50 millones de personas en todo el mundo se ven afectados por esta dolencia degenerativa.
El esfuerzo de investigación fue encabezado por Yang Xu, profesor de Biología en la Universidad de California en San Diego, que descubrió con sus colegas en 2011 que aunque iPSCs se derivan de las propias células de un individuo, la expresión genética anormal puede hacer que el sistema inmune rechace ciertas células derivadas de células iPSC.
Eso podría haber sido un gran impedimento para el uso seguro de iPSCs, que se consideran como candidatos particularmente atractivos para terapias con células madre, ya que pueden diferenciarse en una amplia variedad de tipos de células, no se derivan de tejido embrionario y no están sujetas a restricciones que limitan el uso de células madre embrionarias humanas.
Financiados con una donación de 5.120.000 dólares del Instituto de California para la Medicina Regenerativa y la agencia de células madre del estado, Xu y sus colegas de la Universidad de California en San Diego desarrollaron inicialmente ratones de laboratorio «humanizados» con un sistema inmunológico humano funcional capaz de montar un rechazo inmune importante contra las células derivadas de células madre embrionarias humanas.
«Los sistemas inmunológicos humanos y de ratón son muy diferentes –explica Xu– por lo que hemos desarrollado un ratón de laboratorio humanizado que lleva un sistema inmunológico humano funcional. Esto proporciona una oportunidad única para evaluar las respuestas inmunes humanas a las células madre».
En sus experimentos, los científicos desarrollaron una variedad de tipos de células de iPSCs humanas y probaron las respuestas inmunitarias en ratones humanizados con el sistema inmune del mismo individuo. Así, descubrieron que las células de músculo liso fueron altamente «inmunogénicas», o fuertemente rechazadas por el sistema inmune de los ratones humanizados, mientras que las células del epitelio pigmentario de la retina eran toleradas por el sistema inmune, incluso cuando se trasplantan en partes del cuerpo que proporcionan un medio ambiente robusto para el rechazo inmunológico.
Los investigadores demostraron que la expresión anormal de antígenos inmunogénicos en células musculares lisas, pero no en células del epitelio pigmentario retiniano, contribuye a diferencias en la inmunogenicidad. «El rechazo inmunológico es un reto importante para la terapia con células madre», subraya Xu.
«Nuestro hallazgo de la falta de rechazo inmune de las células del epitelio pigmentario de la retina derivadas de IPSCc humanas apoya la viabilidad de la utilización de estas células para el tratamiento de la degeneración macular. Sin embargo, el medio ambiente inflamatorio asociado con la degeneración macular podría ser un obstáculo adicional que hay que superar para tener éxito con la terapia celular», concluye.