¿Qué es la medicina regenerativa?
El concepto de la terapia con células madre es engañosamente simple: tomar células de un donante y ponerlas en un paciente para tratar una enfermedad o lesión. Sin embargo, la realidad es muy inferior al sueño.
La medicina regenerativa utiliza células, biomateriales y moléculas para reparar las estructuras del cuerpo que no funcionan adecuadamente debido a una enfermedad o lesión.
Lo que distingue a la medicina regenerativa de muchos medicamentos tradicionales es que estos últimos tratan principalmente los síntomas, mientras que el primero tiene como objetivo tratar la causa raíz de la afección de un paciente mediante la sustitución de células u órganos perdidos o mediante la reparación de un gen defectuoso.
El atractivo de la medicina regenerativa es que promete redefinir el tratamiento médico, poniendo las células madre y los materiales biocompatibles en el centro del escenario de esta revolución. Muchos avances han sido reportados y aclamados en revistas científicas y en los medios a lo largo de los años.
Sin embargo, el número de tratamientos de medicina regenerativa en uso médico hoy en día es decepcionadamente bajo, y un panel de comisionados critica esta falta de progreso en un informe publicado la semana pasada en The Lancet.
De hecho, según el Prof. Giulio Cossu, de la Division of Cell and Matrix Biology & Regenerative Medicine de la Universidad de Manchester en el Reino Unido, y sus colegas comisionados, solo un puñado de avances han llegado a los pacientes, y las clínicas privadas se aprovechan de la desesperada búsqueda de tratamientos de los pacientes al ofrecer terapias no probadas.
¿Por qué tantas promesas de nuevas terapias no han estado a la altura de lo esperado? ¿Y qué se necesitará para que la sociedad se beneficie del inmenso potencial que posee la medicina regenerativa?
Los miembros de la comisión dicen en su informe que la medicina regenerativa
«tiene como objetivo reemplazar o reparar las células humanas, o regenerar los tejidos u órganos para restaurar la función normal».
El énfasis en la «función normal» establece este enfoque para los tratamientos médicos, aparte de muchos medicamentos de uso común, que tienden a tratar los síntomas pero no abordan las causas subyacentes.
«Las terapias celulares y la medicina regenerativa, con su potencial para mejorar la salud de los pacientes, representan un cambio estructural en la atención médica centrándose en las causas subyacentes de la enfermedad mediante la reparación, reemplazo o regeneración de las células dañadas en el cuerpo», explican los autores.
Por ejemplo, una persona con diabetes tipo 1 no puede producir insulina. En cambio, se requieren inyecciones diarias de insulina para controlar los niveles de azúcar en la sangre.
La medicina regenerativa busca resolver esto regenerando los islotes de Langerhans, que permiten que el individuo produzca insulina. Esto significaría no más inyecciones de insulina y un retorno al metabolismo del azúcar normal.
Si bien el tratamiento de la diabetes tipo 1 de esta manera todavía no es una realidad, hay algunas áreas de la medicina regenerativa que están bien establecidas en la práctica médica.