Trasplante de retina con células madre iPS detiene la progresión de la DMAE.
Una mujer de 80 años se ha convertido en la primera persona del mundo tratada con éxito con células madre iPS, la estrella de la medicina regenerativa al haber recibido un trasplante fabricado con ellas. Estas células, que se generan a partir de la propia piel del paciente, tienen capacidad para convertirse en cualquier tejido, ya sean neuronas, células cardíacas o musculares y no plantean ningún recelo ético. En este caso se obtuvieron para fabricar células de la retina con las que hacer un trasplante y detener una forma de ceguera progresiva, la degeneración macular.
Hace dos años el Instituto Riken de Japón anunció la realización de este trasplante pionero, ahora publican los resultados en la revista «New England Journal of Medicine». El trasplante no le ha devuelto la visión al cien por cien a la paciente tratada, pero sí ha logrado detener la progresión de la enfermedad. En este tiempo no ha perdido más visión y la que tiene es «más luminosa», según ha explicado a sus médicos.
La degeneración macular es la principal causa de ceguera en la población mundial y aún no existe cura. Quienes la padecen sufren la destrucción progresiva de la visión central y aguda, lo que dificulta la lectura y la visualización de detalles con precisión. Poco a poco se van quedando sin visión hasta llegar a la más completa oscuridad.
Para frenar su avance, los científicos del Instituto Riken primero eliminaron el tejido de la retina que estaba destruyendo su visión, después injertaron un pequeño parche con las nuevas células de epitelio pigmentario de retina generadas. Dos años después del trasplante, la visión de la mujer tratada no empeoró, lo que apunta a una estabilización de la enfermedad.
Sin riesgo de cáncer
Otra buena noticia es que no se han detectado signos de cáncer, una de las mayores preocupaciones antes de hacer el trasplante. Desde que Shinya Yamanaka en 2007 descubrió las células iPS y abrió la puerta a la medicina regenerativa, uno de los temores era que los tejidos generados con estas células pudieran generar tumores. En este caso no hay signos de ello, pero hace dos años el Instituto Riken frenó un trasplante similar en otro paciente, después de que unos análisis revelaran que las células que iban a trasplantarse habían desarrollado anormalidades genéticas. Este fracaso también se cuenta en la investigación que se acaba de publicar.
Yamanaka ha aplaudido los resultados de este primer trabajo del Instituto Riken. Y ve en él la prueba de que la utilización de iPS en otras muchas enfermedades no es un quimera.
El peligro de las terapias sin control
Pero la misma revista donde se publica este nuevo avance, lleva otro artículo en el que se denuncia el riesgo de utilizar estas terapias celulares sin ningún control. Cuenta cómo en una clínica privada de Florida tres mujeres con degeneración macular se quedaron ciegas tras someterse a un tratamiento con células madre. En este caso, el tratamiento se realizó sin autorización y sin las cautelas que se exigen a un ensayo clínico como el realizado por el instituto japonés.
Imagen: Imagen al microscopio de las células generadas en el Instituto Riken de Japón para tratar la degeneración macular.