Un británico se convirtió en el primero con degeneración macular en recibir un dispositivo que le devuelve la vista parcialmente. Dice que ahora podrá ver los partidos de su equipo de fútbol.

En febrero de este año, los periódicos y noticias de ciencias le reservaron su portada al implante que recibió Allen Zderad, de 68 años, quien tenía una degeneración de retina y no podía ver hace una década.

Si bien no hay una cura ni un tratamiento efectivo para personas en su condición, hay una prótesis de retina con la que ahora puede distinguir las sombras y las formas humanas, incluso su propio reflejo en la ventana.

Se trata del dispositivo de Second Sight, una firma estadounidense que esta semana volvió a ser noticia. La segunda versión del implante le devolvió parcialmente la vista a un jubilado de 80 años, Ray Flynn.

En las redes sociales se habla del ‘ojo biónico’ de Flynn, que en realidad es un sensor que capta imágenes transmitidas por una cámara instalada en las gafas que usa. El sensor está colocado en la retina. (Ver infografía).

La Universidad de Manchester anunció que la operación al ingeniero retirado se realizó con éxito, indicando que se trataba de una primicia mundial dadas las condiciones particulares de una persona de 80 años.

Además, las condiciones en las que se ejecutó la cirugía fueron diferentes, pues se trataba de una enfermedad más compleja: la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Esta afección conlleva una importante causa de deficiencia visual en los mayores de 50 años, que aumenta con la edad y puede llevar a la pérdida de la visión central.

La visión de quien la padece se disminuye y no puede ver cosas en frente de ella, lo cual les impide leer o conducir y les dificulta reconocer las caras.

El paciente británico dijo en el mismo comunicado que finalmente: “podré ver los partidos de mi querido Manchester United y hacer jardinería”.

La evolución de Flynn es notoria, pues ve el contorno de las personas y objetos, “la versión seca de la DMAE es una afección común, pero intratable.

En el primer mundo, es la principal causa de pérdida de visión. Por desgracia, con una población cada vez más mayor, se está haciendo cada vez más común”, dijo el profesor Paulo Stanga, quien dirigió la operación de 4 horas en el Hospital Manchester Royal Eye, uno de los más prestigiosos.

 

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