Contaminación ambiental y ojo seco.
Un nuevo estudio demuestra que los residentes de las ciudades estadounidenses con altos niveles de contaminación del aire son mucho más propensos a desarrollar ojo seco que quienes viven en ciudades con un aire más limpio.
Las personas que viven en y alrededor de ciudades como Chicago y Nueva York eran tres o cuatro veces más propensos a que les diagnosticasen el síndrome de ojo seco que en las zonas urbanas con bajos niveles de contaminación del aire.
El síndrome del ojo seco –una deficiencia en la producción de lágrimas– puede afectar gravemente la calidad de la vida de una persona y la productividad. La enfermedad afecta a 4 millones de estadounidenses mayores de 50 años. Sus síntomas incluyen lagrimeo excesivo, molestias para usar lentes de contacto, y escozor y quemazón en los ojos.
En este nuevo estudio, los investigadores analizaron los registros médicos de más de 600.000 veteranos estadounidenses que fueron tratados por el síndrome de ojo seco en casi 400 clínicas oftalmológicas para veteranos entre julio de 2006 y julio de 2011. Los registros se compararon con los datos de contaminación del aire recogidos durante el mismo tiempo.
Aunque el estudio no fue diseñado para probar la causa-efecto, los investigadores dijeron que la mayoría de las ciudades que tenían altos niveles de contaminación del aire tenían las tasas altas de síndrome del ojo seco –del 17% al 21%. Esas ciudades incluyen Chicago, Los Ángeles, Miami y Nueva York.
Los investigadores vieron también que el riesgo del síndrome de ojo seco era un 13% mayor en ciudades situadas a gran altura.
Los hallazgos sugieren que los médicos deben ser conscientes de la relación existente entre las condiciones ambientales y el ojo seco, dijeron los investigadores. En consecuencia, se recomienda que los médicos hagan una historia ambiental para la evaluación de los pacientes con esa patología.
«Sin duda, muchas personas que viven en las ciudades áridas y contaminadas confirman fácilmente que la contaminación del aire produce irritaciones como las del ojo seco», dijo en un comunicado de prensa de la Academia Americana de Oftalmología el autor del estudio, el Dr. Anat Galor, profesor asistente de oftalmología clínica en el Bascom Palmer Eye Institute de Miami.
«Nuestra investigación sugiere que acciones sencillas, como mantener la humedad adecuada en los interiores y el uso de un filtro de aire de alta calidad, deben ser considerados como parte de la gestión global de los pacientes que sufren de síndrome de ojo seco», dijo Galor.
El estudio fue presentado el sábado durante la reunión anual de la American Academy of Ophthalmology en Nueva Orleans. Los datos y conclusiones presentados en reuniones normalmente se consideran como un paso preliminar hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
Fuente: medicinenet.com
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