Con los datos publicados por ACT sobre los ensayos clínicos sobre Stargardt y DMAE seca en fase I/II parece que hemos finalmente embocado un buen camino para resolver muchos de los problemas que las patologías que afectan a la mácula y a la retina nos plantean.

Está más cerca el día en que podamos decir de verdad que el derecho a ver debe ser uno de los derechos fundamentales de cualquier ser humano, se encuentre donde se encuentre ese ser humano. Y se abre también una esperanza para otras patologías que producen discapacidades y muerte.

«Al amanecer, armados de una ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades», cantó Rimbaud: ¡Y nosotr@s lo veremos!