Investigadores señalan un nuevo objetivo terapéutico potencial para las enfermedades oculares

Un trabajo multidisciplinar dirigido por investigadores del Trinity ha señalado un nuevo objetivo terapéutico potencial para tratar la degeneración retiniana. Los investigadores han descubierto que una proteína (la SARM1 implicada en lesiones neurocelulares también puede tener un papel en el avance de la degeneración retiniana.

La investigación, que implica a expertos de las Escuelas de Medicina, Bioquímica e Inmunología, Genética y Microbiología, e Ingeniería del Trinity, acaba de publicarse en la revista Life Science Alliance.

Las enfermedades degenerativas de la retina son prevalentes en Irlanda, y en todo el mundo

Millones de personas sufren en todo el mundo diferentes grados de pérdida visual debida a enfermedades degenerativas e irreversibles de la retina. Sólo en Irlanda, unas 5.000 personas están afectadas por degeneraciones hereditarias de la retina, en tanto sabemos que otras 80.000 viven con degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Los fotorreceptores son células neuronales especializadas que se encuentran en el fondo del ojo y que convierten la luz en señales eléctricas que nos permiten ver. Denominamos degeneración retiniana a la muerte de estas células, y la de las células que las alimentan, característica de enfermedades que causan ceguera como la DMAE y la retinosis pigmentaria.

La Dra Ema Ozaki, colaboradora de investigación en medicina clínica del Trinity, declara:

Existen muchos factores distintos que pueden iniciar la degeneración retiniana y causar grave discapacidad visual, incluso ceguera, pero en el fondo siempre subyace la muerte de los fotorreceptores. No obstante, parece improbable que el proceso de muerte celular sea de hecho un acontecimiento programado u organizado que obligue a las proteínas de nuestras células a adoptar medidas ‘ejecutoras.”

En esta investigación, el equipo dirigido por la Dra Sarah Doyle, profesora ayudante de inmunología del Trinity, ha investigado el papel de una de tales “proteínas ejecutoras” denominada SARM1.

La SARM1 ha pasado recientemente al primer plano en el estudio de las lesiones cerebrales y medulares, por cuanto es altamente eficaz disparando la degeneración de células neuronales. Dado que la retina es una extensión del cerebro, este informe es el primero en describir un papel para la SARM1 en la biología de los fotorreceptores.

Explicando su importancia, la Dra Sarah Doyle ha declarado:

Según indica nuestra investigación, es probable que la SARM1 sea una ejecutora clave en el proceso de degeneración retiniana, pues se retrasa la muerte de los fotorreceptores cuando la quitamos de nuestro modelo experimental.”

Se trata de un hallazgo importante porque los primeros pasos en el proceso ‘de luz a visión’ tiene lugar en los fotorreceptores. Como resultado, perder fotorreceptores equivale en última instancia a perder visión. Por esta razón, cualquier intervención que prevenga o retrase la muerte de los fotorreceptores es esencial para preservar la vista el mayor tiempo posible en personas con enfermedades degenerativas de la retina.”

El equipo investigador también ha podido demostrar que los fotorreceptores protegidos y supervivientes mantienen su funcionalidad y continúan transmitiendo señales eléctricas al nervio óptico. Esta investigación proporciona así pues un nuevo objetivo terapéutico para enlentecer el avance de enfermedades que causan ceguera.

La Dra Sarah Doyle añade

Esto es especialmente excitante de cara al futuro porque otros han demostrado recientemente que un enfoque de terapia génica para inhibir la SARM1 es eficaz para proteger contra la degeneración neuronal. Sabemos que la terapia génica se adapta bien como tratamiento para las enfermedades retinianas, así que un enfoque semejante para inhibir la actividad de la SARM1 puede suponer una opción para proteger la visión en multitud de enfermedades degenerativas.”

 

La investigación ha sido financiada por HRB-MRCG (Lucha contra la Ceguera), Science Foundation Irlanda, el Ministerio de Investigación de Irlanda, el NCRC y la Fundación BrightFocus.

Investigadores señalan un nuevo objetivo terapéutico potencial para las enfermedades oculares.

Traducción: Luis Palacios Fabián  @lpalfab

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