Degeneración macular asociada a la edad.

La Degeneración macular asociada a la edad es una enfermedad indolora, degenerativa, de la zona central de la retina, la mácula, que destruye gradualmente la visión fina indispensable principalmente para la lectura, el reconocimiento de las caras, para conducir, ver la televisión, ver una película… y que conlleva una deformación de las imágenes o la aparición de manchas negras (escotomas) en la zona de la visión central.

La mácula es una pequeña área de la retina que mide unos pocos milímetros de diámetro, en cuyo centro hay una pequeña depresión llamada fóvea, y permite lo que llamamos visión central. Se caracteriza por no poseer vasos sanguíneos, para no obstaculizar el paso de la luz. Es una zona de la retina muy delicada y muy sensible a los fenómenos patológicos y degenerativos.

La Degeneración macular asociada a la edad es una enfermedad crónica que se ha convertido en una de las principales causas de ceguera legal para las personas mayores de 50 años en los países industrializados.

Los síntomas principales son una pérdida de visión con la sensación de falta de luz, una percepción deficiente de los contrastes, dificultades para ver los detalles, y visión distorsionada de las líneas rectas.

Es importante consultar a su oftalmólogo rápidamente en caso de un cambio repentino de la visión.

Causas

La causa exacta de la degeneración macular sigue siendo desconocida. Sin embargo, muchos expertos creen que algunos factores de riesgo contribuyen al desarrollo de la degeneración macular.

Además de la edad, que es su causa principal, se citan otros factores de riesgo como el tabaco, la obesidad, la dieta desequilibrada, los antecedentes familiares, la raza caucásica, el sexo femenino, una dieta baja en frutas y verduras, la exposición prolongada a la luz solar u otros tipos de luz ultravioleta , la hipertensión y los altos niveles de colesterol en la sangre

El uso de gafas de sol cuando nos exponemos a la luz solar también limita el riesgo de desarrollar la degeneración macular asociada a la edad (dmae).

Síntomas

La degeneración macular suele ser bilateral, aunque la apariencia clínica y el grado de pérdida visual pueden variar mucho entre los dos ojos; si solo está involucrado un ojo, los cambios en la visión pueden no ser evidentes, porque el otro tenderá a compensar la pérdida de visión.

Formas

Hay dos formas de Degeneración macular asociada a la edad
Por un lado, la forma atrófica (o DMAE seca) que representa el 80% de los casos y que refleja la desaparición lenta, progresiva e irreversible de las células fotorreceptoras y un adelgazamiento de la retina.

Se produce cuando debajo de la retina comienzan a acumularse pequeños depósitos de proteínas grasas de color amarillento, llamados «drusen«. Debido a la presencia de drusas, la mácula puede volverse más delgada y dejar de funcionar correctamente, lo que lleva a un oscurecimiento gradual de la vista. En las etapas más avanzadas de la enfermedad, el adelgazamiento de la capa de células fotosensibles puede provocar la atrofia o la muerte del tejido. Además, en algunos casos la degeneración macular seca puede progresar a la forma húmeda.

Por otro lado, la DMAE húmeda (o exudativa), de evolución muy rápida, y de una perdida severa de la visión central en la que se observa una proliferación de nuevos vasos sanguíneos anormales debajo de la retina, en la coroides, que levantan la retina, se expanden por la mácula y causan hemorragias. Este proceso produce posteriormente una cicatrización de los vasos sanguíneos anómalos, que produce la perdida de la visión central.

Diagnóstico

Muchas personas ignoran la degeneración macular hasta que tienen problemas significativos de visión o hasta que la afección se identifica durante un examen ocular. La detección temprana de la degeneración macular relacionada con la edad es muy importante, ya que hay algunos tratamientos disponibles que pueden retrasar o reducir la gravedad de la enfermedad.

Para el diagnóstico de la degeneración macular seca, un examen completo del ojo con un oftalmoscopio, un dispositivo que permite ver la retina y otras estructuras de la parte posterior del ojo, puede ser suficiente. Si el oftalmólogo sospecha la forma húmeda, se puede realizar una angiografía con fluoresceína y tomografía de coherencia óptica (OCT).

Tratamientos

Para la forma seca, actualmente no hay tratamiento. Los sistemas ópticos (lupas) o electrónicos (lupa de video) permiten optimizar las capacidades visuales de las personas con discapacidad visual.

En su forma húmeda, el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad (dmae) exudativa se realiza con tratamientos que bloquean el VEGF, un factor de crecimiento que es responsable de la formación de nuevos vasos sanguíneos. Estos inhibidores se inyectan directamente en el ojo mediante inyecciones intravítreas.

Ayudan a estabilizar o incluso mejorar la visión mediante la desactivación de vasos anormales. Estos deben repetirse regularmente debido a su acción temporal. Por lo tanto, se requieren controles regulares.

Prevención

Algunas medidas preventivas pueden reducir el riesgo de desarrollar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o proteger la vista: no fume, tenga buena actividad física, tenga una dieta equilibrada, use gafas de sol en caso de exposición a la luz solar, controle la hipertensión y el sobrepeso.

Prevenir la degeneración macular significa reducir la exposición a los rayos UV y adoptar una dieta saludable que incluya nutrientes como antioxidantes y zinc, vitaminas A, C y E.

Un amplio estudio científico (AREDS, Age-Related Eye Disease Study) ha propuesto un régimen que implica la ingesta diaria de una combinación específica de vitaminas, antioxidantes y minerales La combinación comprende: Vitamina C 500 mg, vitamina E 400 IU, beta-caroteno ( vitamina A ) 15 mg (25,000 UI), óxido de zinc 80 mg, y 2 mg de óxido de cobre por día.

Los suplementos vitamínicos no representan una cura para la enfermedad, ni pueden restaurar la visión, pero parece que avanza más despacio, en algunas personas con alto riesgo.

También ralentiza en personas con grandes cantidades de drusas o una pérdida significativa de la visión en un ojo al menos, la progresión de la degeneración macular seca hacia etapas más avanzadas.

Cumplidos los sesenta años, es importante hacerse exámenes de fondo de ojo regulares con un oftalmólogo. De hecho, cuanto más precoz es el diagnóstico de la enfermedad, más aumenta las posibilidades de salvar la vista.

Rejilla de Amsler

rejilla de amsler

Rejilla o Test de Amsler. Imagen izquierda, visión normal. Imagen derecha, visión distorsionada.

La Rejilla o Test de Amsler, utilizada desde 1945, es una cuadrícula de rayas verticales y horizontales útil para controlar de manera simple su campo visual central.

La rejilla es una herramienta de diagnóstico que ayuda a detectar defectos visuales causados por imperfecciones de la retina, en particular la mácula, el nervio óptico y la transmisión de impulsos visuales al cerebro.

También es muy útil seguir la evolución de las maculopatías ya diagnosticadas.

El examen se debe realizar en los dos ojos por separado.