DMAE húmeda, adherencia al tratamiento y agudeza visual: hay una relación entre el mantenimiento de la agudeza visual, el tratamiento y las visitas al oftalmólogo.
Perder una sola cita con el oftalmólogo durante un período de dos años se asoció con la disminución de la agudeza visual de los pacientes con degeneración macular, una de las principales causas de la pérdida permanente de la visión en las personas mayores, según un nuevo estudio de Penn Medicine. Los resultados, publicados en JAMA Ophthalmology, sugieren que se debe prestar más atención en asegurar la adherencia a las visitas para esta población de pacientes.
La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) sucede cuando se acumulan desechos en la zona central de la retina, llamada mácula, causando que ésta pierda su función, lo que lleva a una visión gradual ondulada o borrosa.
Existen dos tipos: seca, que es más común y menos grave, y húmeda, que es menos común pero mucho más grave. La DMAE es la principal causa de pérdida permanente de la visión en personas de más de 50 años, y se estima que 1,8 millones de estadounidenses la padecen y otros 7,3 millones corren el riesgo de desarrollarla, según los Centers for Disease Control and Prevention.
Aunque no hay cura para la DMAE húmeda, la visión se puede mantener y a menudo mejorar con medicamentos anti-VEGF (factor de crecimiento endotelial intravítreo anti-vascular), que deben ser inyectados en el ojo por un oftalmólogo. Sin embargo, este tratamiento conlleva una carga significativa para el paciente, ya que obliga a realizar viajes frecuentes, a veces mensuales, al oftalmólogo.
«La investigación de otras enfermedades ha demostrado la importancia del cumplimiento de las citas médicas. En los pacientes con VIH, por ejemplo, los estudios han demostrado que el hecho de acudir a las citas se ha vinculado a una menor tasa de mortalidad y a una reducción de la carga viral. Pero a diferencia de los pacientes con VIH, que pueden recibir recetas por teléfono de cualquier médico, la terapia anti-VEGF sólo puede ser administrada por un oftalmólogo, lo que hace que el cumplimiento de las citas sea aún más crítico para las personas con degeneración macular», dijo el Dr. Brian VanderBeek, profesor de Oftalmología en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania. «Quería cuantificar el vínculo entre las visitas regulares al oftalmólogo y los resultados visuales de estos pacientes».
VanderBeek y un equipo de investigación analizaron los datos del ensayo clínico aleatorio Comparison of Age-related Macular Degeneration Treatment Trail (CATT). El conjunto de datos incluía 1.178 pacientes reclutados de 44 centros clínicos en los Estados Unidos.
Durante los dos años del ensayo clínico, los pacientes debían ser visitados por un oftalmólogo una vez cada cuatro semanas, pero no necesariamente para recibir inyecciones, lo que sumaba un total de 26 visitas.
El equipo de investigación ideó cuatro medidas diferentes para evaluar cuán bien o mal se adhirieron los pacientes a sus visitas, incluyendo: el número total de visitas perdidas, el número promedio de días entre visitas, la duración más larga entre visitas, y la constancia de la visita (el total de períodos de 3 meses con al menos una visita atendida). Esas mediciones se compararon luego con los resultados de los pacientes en sus pruebas finales de visión.
Para las cuatro métricas, los pacientes que mejor se adhirieron a sus visitas programadas tuvieron mejores resultados visuales. De hecho, cada visita perdida se asoció con un promedio de disminución de la puntuación de la letra de la agudeza visual de 0,7. En comparación con los que asistieron a todas sus visitas, los que estuvieron entre 36 y 60 días entre las visitas perdieron 6,1 letras, y los que estuvieron más de 60 días entre las visitas perdieron 12,5 letras.
Desde que comenzó el tratamiento anti-VEGF para la DMAE en 2006, ha habido mucha discusión en la comunidad médica sobre el número de inyecciones anti-VEGF que son apropiadas para el tratamiento de un paciente. Sin embargo, cuando los investigadores de Penn Medicine controlaron el número de inyecciones, descubrieron que el cumplimiento de las visitas seguía estando asociado con los resultados de la agudeza visual, independientemente de cuántas inyecciones recibiera cada paciente.
«Es importante replantear cómo pensamos sobre esto. Preocupémonos menos de predecir un número específico de inyecciones que un paciente necesita y más de llevarlas al consultorio del médico», dijo VanderBeek.
Una combinación de barreras sociales, financieras y educativas puede impedir que los pacientes asistan a las citas médicas programadas. VanderBeek dijo que los estudios futuros deberían investigar cómo los médicos, las prácticas individuales y los sistemas de salud pueden crear políticas y prácticas para superar estos obstáculos y mejorar los resultados en salud.
DMAE húmeda, adherencia al tratamiento y agudeza visual
Traducción: Asociación Mácula Retina
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