En honor del Mes de la concienciación sobre la degeneración macular, el Dr. Michael Tolentino, del Center for Retina & Macular Disease de Florida tuvo la amabilidad de escribir un post invitado por AMDblog.org. En este artículo, el Dr. Tolentino habla de la progresión de la DMAE, métodos de tratamiento y más cosas.
Hace apenas una década, si nos daban un diagnóstico de degeneración macular, estas palabras podían infundir miedo tanto en los pacientes como en los médicos.
Pero debido a los avances en la investigación, financiados por organizaciones tales como la Foundation Fighting Blindness, estamos a punto de eliminar la ceguera que causa esta patología.
La forma en que hemos sido capaces de desarrollar tratamientos para esta patología es un resultado directo de nuestra comprensión de la enfermedad y del proceso de la enfermedad.
Mediante la observación de pacientes con degeneración macular y la comprensión del problema, hemos sido capaces de desarrollar no sólo los tratamientos que pueden retardar la enfermedad, sino también los tratamientos que pueden restaurar la visión si se detecta a tiempo.
Hay dos etapas en la degeneración macular, y el proceso del desarrollo de la degeneración macular es, en realidad, a lo largo de la vida. La primera etapa es la etapa asintomática. Esta suele ser una etapa que se da antes de los 65 años.
Esta etapa abarca desde cuando no hay signos visibles en el globo ocular, hasta la etapa en la que hay numerosos depósitos llamados drusas, visibles en la región macular. Yo llamo a esta etapa la «etapa de corrosión», o la etapa de oxidación.
Cuando nacemos, comenzamos a oxidarnos o a corroernos. Afortunadamente, nuestro cuerpo tiene defensas innatas contra la oxidación. En el globo ocular, la «fabrica contra la oxidación», se encuentra en el pigmento macular.
Por desgracia, al igual que todas las cosas, el protector se descompone con el tiempo dejando nuestras máculas vulnerables a medida que envejecemos. Con la ruptura de este pigmento macular, con el tiempo y a medida que envejecemos, el óxido comienza a aparecer en el área no protegida de la mácula.
Este óxido se llama drusas y es el sello distintivo de la degeneración macular seca.
Las partículas de óxido conducen a la degeneración macular asintomática y avanzada. Con el tiempo, la oxidación conduce a la corrosión. La corrosión se presenta como agujeros en la mácula, agujeros que llamamos atrofia geográfica.
Esta corrosión producirá lentamente la creciente pérdida de la visión cuando los agujeros se expanden y se hacen confluentes.
Desafortunadamente, este óxido o drusas también origina nuevos vasos sanguíneos que se forman y crecen en o debajo de la oxidación.
Y estos nuevos vasos sanguíneos pueden filtrarse o sangrar, dando como resultado una ampolla que se forma en el centro mismo de nuestra visión. Debido a la rapidez de esta formación de ampollas, la degeneración macular húmeda se considera una patología muy grave que puede causar ceguera.
El sangrado y el derrame que resulta como consecuencia de la formación de la ampolla dentro del ojo es lo que finalmente conduce a la pérdida visual grave y profunda. Fue a causa de esta fase de la enfermedad lo que hizo que la degeneración macular fuese la principal causa de ceguera en el mundo desarrollado.
Entender el problema ha dado lugar a terapias preventivas y tratamientos de restauración para la degeneración macular, tanto de la forma seca como de la húmeda.
Para evitar el desarrollo de la degeneración macular el foco principal de la investigación fue determinar cuál es la protección innata contra el óxido, o el antioxidante que el cuerpo tenía cuando éramos jóvenes y que hemos perdido a medida que fuimos creciendo. Sabíamos los criterios que podrían permitirnos aislar esta protección contra la oxidación.
Esta protección contra la oxidación de fábrica sería una molécula anticorrosión potente (antioxidante). Se trataría de localizarla en el centro de la mácula, llamada fóvea, y en pacientes que desarrollan la degeneración macular este protector iría disminuyendo a medida que envejecemos, y sería difícil de reponer.
Saber qué buscar, lamentablemente, no hace mas fácil descubrir cuál es esta sustancia. Pero gracias a los avances en la química orgánica, fuimos capaces de identificar esta sustancia.
El verdadero protector macular y el protector «de fabrica» contra el óxido de la mácula se sabe ahora que son tres moléculas de la clase de los carotenoides. Estas tres moléculas, meso-zeaxathin, la luteína y la zeaxantina en una proporción distinta constituyen realmente la protección nativa del ojo contra la oxidación.
¿Cómo sabemos esto?
- Estos tres carotenoides son antioxidantes muy potentes. Lo que es interesante es que combinados en una proporción distinta estos carotenoides actúan de forma sinérgica y son antioxidantes más efectivos que cada una de las moléculas individualmente. Sabemos que la meso-zeaxantina es el antioxidante más potente de los tres. Pero incluso más potente que la meso-zeaxanthin sola, es cuando la combinamos con la luteína y la zeaxantina. Esto casi aumenta su potencia como antioxidante dos veces.
- Estas moléculas se localizan, se sitúan y se quedan dentro de la mácula, que es el centro de la retina en la parte posterior del ojo.
- Este protector del pigmento macular se encuentran en niveles muy altos cuando somos más jóvenes y disminuye después de los 45 años y sigue disminuyendo a medida que envejecemos.
- Otra de sus propiedades es la capacidad de filtrar la luz azul, que es la longitud de onda de la luz que acelera la degeneración macular y la oxidación en la retina.
Después de haber descubierto en qué consiste el verdadero protector macular, el siguiente paso en la investigación era determinar cómo podemos restaurar estas moléculas en el ojo.
Inicialmente, se intentó ver si la ingesta alimentaria por sí sola podría lograrlo. De la ingesta dietética de verduras de hoja verde las personas puedan obtener dos de los tres carotenoides; la mesozeaxantina, que es el carotenoide crítico, no se puede obtener mediante la dieta.
Debido a esta incapacidad para obtener este carotenoide crítico a partir de la dieta, los suplementos se desarrollaron en forma de MacuHealth para restaurar los tres carotenoides. Varios estudios han demostrado que para restaurar los niveles correctos de protector macular, los tres carotenoides habían de ser ingeridos como un suplemento.
También demostraron que sólo la sustitución de dos de los tres era insuficiente para la restauración de la protección en la región foveal. Este avance en la investigación ha permitido desarrollar una estrategia de restauración para el protector de la mácula. En esencia, esto es como la vitamina D y la terapia de calcio para prevenir la osteoporosis, o el uso de protector solar cuando se vive en Florida, o el uso de pasta de dientes con fluoruro.
Todas estas estrategias tienen una cosa en común: la restauración de lo que perdemos con la edad y la prevención del deterioro y la destrucción.
El uso de la formulación MacuHealth representa el único medio de restaurar el protector macular natural y se ralentizará el desarrollo de la degeneración macular.
Actualmente hemos desarrollado varios medicamentos eficaces para el tratamiento de pacientes con degeneración macular húmeda. Estos tratamientos fueron descubiertos de una manera muy similar a la terapia de restauración del pigmento macular con MacuHealth. Estos medicamentos fueron desarrollados después de entender el problema de fondo y luego buscar la causa molecular del problema.
La degeneración macular húmeda es un problema diferente a la oxidación. Sabíamos las propiedades de una molécula que podría causar la degeneración macular húmeda. Estas propiedades fueron descritas ya en 1945.
Nos dimos cuenta de que la degeneración macular húmeda se debe a una molécula o grupo de moléculas que causa que los vasos sanguíneos dentro del ojo tengan derrames y proliferen.
Estas moléculas o molécula tienen las siguientes propiedades:
- El factor provoca lagrimeo y sangrado de los nuevos y viejos vasos sanguíneos.
- Esta molécula generalmente no se encuentra en grandes cantidades en el ojo, pero aumenta por oxidación (corrosión).
- También fue encontrada en la patología de la degeneración macular húmeda.
Aunque sabíamos qué buscar, se tardó casi 4 décadas en descubrir que era esta molécula. Y en la década de 1990 se descubrió que la causa del nuevo crecimiento de vasos sanguíneos y la formación de ampollas en la degeneración macular húmeda era un factor llamado factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF). El VEGF tenía todas las propiedades que estábamos buscando en el agente causante de la degeneración macular húmeda.
Originó que vasos sanguíneos que eran normales sangraran profusamente. Provocó que los vasos sanguíneos crecieran. Productos como el óxido o los radicales libres, que son resultado de la oxidación o causan la oxidación, fueron capaces de aumentar el VEGF. Nos dimos cuenta de que esto estaba en grandes cantidades en enfermedades como la degeneración macular húmeda.
Tuve la suerte de haber estado en el equipo de investigación que descubrió al culpable que provoca la degeneración macular húmeda, o la formación de ampollas la molécula llamada factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF).
Yo también estaba en el equipo inicial de la investigación que se propuso desarrollar moléculas que podrían bloquear o detener el efecto de este VEGF, una molécula actualmente llamada Avastin. Desde el concepto de descubrimiento de la molécula y el desarrollo del bloqueador para esta molécula, hasta el desarrollo eventual de un tratamiento que se pueda utilizar en los seres humanos, transcurrio aproximadamente una década.
Actualmente contamos con 4 medicamentos que utilizamos para tratar a nuestros pacientes con degeneración macular húmeda. Estos medicamentos incluyen Eylea, Lucentis, Avastin y Macugen.
En mi próximo blog, repasare las diferencias entre estos medicamentos. Baste decir que estos medicamentos que se inyectan en el ojo una vez al mes, se ha demostrado que ayudan a la gente a no quedarse ciega o a mejorar su visión después de que la degeneración macular húmeda haya aparecido y haya causado pérdida de visión.
En resumen, la comprensión de la enfermedad, la investigación y el desarrollo de terapias, ha conducido a un mundo donde probablemente ya no ve la DMAE como una pérdida visual devastadora en nuestros pacientes. Por supuesto, todavía tenemos que mejorar estas terapias, pero servirán de base para lograr el objetivo de erradicar la ceguera por degeneración macular.
Fuente: www.amdblog.org
Traducción: DMAE
Imagen: Una composición xanthophyl contiene los tres carotenoides que se encuentran exclusivamente en la mácula. (Fuente IMG: Google)
Web Relacionada