Científicos del D’Or Institute for Research and Education han mejorado los pasos iniciales de un protocolo estándar y han producido organoides que muestran estructuras cerebrales regionalizadas, incluidas las células del epitelio pigmentario retinal. Sus resultados se publican en BMC Developmental Biology.
Los organoides del cerebro humano son agregados formados por neuronas obtenidas de la reprogramación celular. A través de esta técnica, las células extraídas de la piel u orina de voluntarios se transforman en células madre y luego en neuronas y otros tipos de neuronas. Se cultivan durante semanas, hasta que comienzan a formar aglomerados que se asemejan a un cerebro embrionario.
Durante los últimos años, los científicos han estado tratando de perfeccionar este modelo para crear organoides cada vez más complejos similares a los que se encuentran en etapas posteriores del desarrollo. Desde 2016, en colaboración con la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), los científicos del Instituto D’Or han cultivado organoides del cerebro humano para estudiar enfermedades neurológicas y los efectos de nuevos fármacos en el sistema nervioso.
Colocan las neuronas en un líquido rico en nutrientes, similar al entorno de desarrollo del embrión humano. A partir de ahí, los mini-cerebros se desarrollan en un proceso autorregulado. En otras palabras, todo lo que los investigadores deben hacer es asegurarse de que tengan el entorno adecuado para desarrollarse.
Recientemente, el equipo liderado por Stevens Rehen ha podido refinar el entorno en el que se mantienen las células.
«Estos organoides son una demostración de que es posible repetir en el laboratorio gradientes cada vez más avanzados del desarrollo del cerebro humano», dice Rehen. «Hemos desarrollado un método de suspensión eficaz en placas orbitales como una alternativa para el cultivo de organoides cerebrales con células del epitelio pigmentario retinal«.
Traducción: Asociación Mácula Retina.
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