Trasplante de fotorreceptores y degeneración de retina

Trasplante de fotorreceptores maduros en roedores con degeneración de retina.

La pérdida de fotorreceptores en las enfermedades retinianas hereditarias o en la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) puede provocar ceguera. El trasplante de fotorreceptores es una de las ideas más corrientes cuando se piensa en la recuperación de la visión en estos casos.

En primer lugar, las retinas humanas pueden recogerse varias horas después de la muerte y mantenerse sanas en cultivo durante días. En segundo lugar, la organización laminar de la retina permite la implantación relativamente simple del injerto de lámina en el espacio subretiniano. En tercer lugar, el privilegio inmunológico del espacio subretiniano ayuda a reducir la posibilidad de rechazo.

PROPÓSITO:

Demostrar la supervivencia e integración de fotorreceptores maduros trasplantados con el epitelio pigmentario de la retina (EPR).

MÉTODOS:

Se usaron retinas de grosor completo con EPR incorporado de ratas adultas sanas. Los injertos se implantaron en dos modelos de rata con degeneración de retina, Royal College of Surgeons (RCS) y S334ter-3. La supervivencia del huésped y la retina trasplantada se controló mediante tomografía de coherencia óptica (OCT) durante 6 meses. La estructura retiniana y la sinaptogénesis entre el huésped y el trasplante se evaluaron mediante histología e inmunohistoquímica.

RESULTADOS:

La OCT y la histología evidenciaron una capa de fotorreceptores bien conservada con segmentos internos y externos, mientras que las capas retinianas internas del trasplante desaparecieron en gran medida. Los injertos, incluido el ERP, sobrevivieron mejor que sin él y el EPR trasplantado apareció como una monocapa integrada con la nativa.

La sinaptogénesis se observó a través del surgimiento de nuevas dendritas de las células bipolares del huésped y las conexiones sinápticas que se forman con las células del trasplante. Sin embargo, en muchas muestras, una membrana positiva de la proteína fibrilar acídica de la glía (GFAP) separó la retina del huésped del injerto.

CONCLUSIONES:

La presencia de ERP en el injerto mejoró la supervivencia de los fotorreceptores trasplantados. Es probable que la integración funcional entre el trasplante y la retina del huésped se mejore aún más si se pudiera prevenir la formación de un anillo de sello glial. El trasplante de fotorreceptores maduros con EPR puede ser un enfoque práctico para la restauración de la visión en la degeneración de la retina.

 

RELEVANCIA TRASLACIONAL:

Este enfoque para la restauración de la visión en pacientes con degeneración de fotorreceptores puede avanzar rápidamente hacia las pruebas clínicas. En pacientes con escotoma central, el trasplante autólogo de la retina periférica puede ser una opción.

Imagen: Preservación de fotorreceptores y conexiones sinápticas entre el huésped y las células bipolares trasplantadas.

Traducción: Asociación Mácula Retina.

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