Las células inmunológicas de la retina pueden regenerarse espontáneamente.

Las células inmunes llamadas microglías pueden repoblarse por completo en la retina después de haber sido casi eliminadas, según un nuevo estudio realizado en ratones por científicos del National Eye Institute (NEI). Las células también restablecen con normalidad su organización y funcionalidad. Los hallazgos abren un nuevo camino para terapias potenciales que controlen la inflamación y desaceleren la progresión de enfermedades retinianas raras como la Retinosis pigmentaria (RP) y la Degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), la causa más común de ceguera entre los estadounidenses de más de 50 años. Un informe sobre el estudio fue publicado online en Science Advances. El National Eye Institute (NEI) forma parte de los Institutos Nacionales de Salud.

«La neuroinflamación es un importante impulsor de la muerte de las neuronas en las enfermedades retinianas», dijo Wai T. Wong, MD, PhD, jefe de la Sección NEI sobre Interacción entre células Neuronales y Gliales en las enfermedades de la retina, e investigador principal del estudio. «Nuestro estudio es fundamental para comprender las formas de controlar el sistema inmune en la retina». El control del sistema inmunitario es importante para desarrollar nuevos tratamientos para una variedad de afecciones oculares, incluyendo DMAE, RP o ciertos tipos de lesiones retinianas.

La retina es una capa delgada de células de la parte posterior del ojo que incluye células fotorreceptoras sensibles a la luz y otras neuronas involucradas en la transmisión de información visual al cerebro. Mezcladas con estas células se encuentran las microglías, células inmunes especializadas que ayudan a mantener la salud y la función de las neuronas de la retina. Las microglías también están presentes en otras partes del sistema nervioso central, incluido el cerebro. En una retina sana, la comunicación entre las neuronas y las microglías es importante para mantener la capacidad de la neurona de enviar señales al cerebro. Sin embargo, cuando la retina se lesiona, las microglías tienen un papel adicional: migran rápidamente al sitio de la lesión para eliminar las células que enferman o que mueren. Sin embargo, también pueden eliminar células sanas, lo que contribuye a la pérdida de la visión. Los estudios demuestran que en los trastornos degenerativos de la retina como la Degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) y la Retinosis pigmentaria (RP), inhibir o eliminar las microglías puede ayudar a retener los fotorreceptores y, por lo tanto, a disminuir la pérdida de la visión. Pero la función de las microglias sigue siendo un apoyo importante para las neuronas de la retina.

El Dr. Wong y sus colegas estaban interesados en comprender qué sucede en la retina después haber eliminado las microglías, particularmente si las células podrían regresar a su disposición normal y cumplir con sus funciones normales. Para probar esto, limpiaron de microglías las retinas de ratones usando el fármaco PLX5622 (Plexxikon), que bloquea el receptor microglial CSF-1. Las microglias dependen de señales continuas que pasan a través de este receptor para sobrevivir. La interrupción de esta señalización durante varios días provocó que las microglias casi desaparecieron, dejando solo unas pocas células agrupadas alrededor del nervio óptico, el haz de fibras nerviosas que transporta señales de la retina al cerebro, en las retinas de los ratones. Dado que la pérdida de microglias durante un tiempo corto no afecta la función de las neuronas, el doctor Wong dijo:

«Si tuviéramos que deshacernos de las microglías mientras ocurría una respuesta inmune grande e inapropiada podríamos ser capaces de perder lo peor de la inflamación, pero aún así recuperar el equilibrio en un momento posterior. Podríamos hacer una pausa en el sistema inmune en la retina de una manera ordenada».

Al cabo de los 30 días de suspender el medicamento, el Dr. Wong y sus colegas descubrieron que las microglías habían repoblado la retina, volviendo a la densidad normal después de 150 días. Utilizando un nuevo método para rastrear visualmente los movimientos microgliales en la retina, determinaron que las microglías que regresaban inicialmente crecían en grupos cerca de donde el nervio óptico sale del ojo. Poco a poco, las nuevas microglías se expandieron hacia los bordes de la retina. Con el tiempo, las células se restablecieron con una distribución uniforme en las diversas capas de la retina.

«La organización de estas células inmunes es bastante elaborada, y toda su organización adopta su estado previo», dijo el Dr. Wong. «En realidad, podemos crear una imagen del ojo y observar cómo estas células se dividen y se dividen y migran como parte de la respuesta de repoblación».

Para evaluar si las nuevas microglías eran completamente funcionales, los investigadores utilizaron un modelo de lesión en el que las células fotorreceptoras son dañadas por la luz potente. Las nuevas microglías fueron capaces de activarse y migrar al sitio de la lesión normalmente.

Además, usando la electrorretinografía (ERG), una técnica que mide las señales eléctricas generadas por las neuronas de la retina después de ser estimuladas con luz, los investigadores probaron la fortaleza de diferentes grupos de neuronas. Descubrieron que las microglías eran capaces de comunicarse y mantener completamente la función de las neuronas en la retina, especialmente cuando la merma fue de corta duración.

Los medicamentos que eliminan las microglías se administran sistémicamente, afectando el cerebro y otras partes del sistema nervioso central. Se necesita más investigación para encontrar formas de administrar estos medicamentos directamente en la retina, evitando los tejidos fuera del objetivo.

Este trabajo fue apoyado por el NEI Intramural Research Program.

Traducción: Asociación Mácula Retina

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