Recuperar la visión sigue siendo todo un reto en los tiempos que corren, sin embargo un grupo de investigadores japoneses han logrado lo que se colocaría cómo la primera intervención exitosa al recuperar la visión de un paciente.

Las causas para la disminución de la visión llegando incluso a la ceguera total son muy diversas. Mientras que muchas de ellas puede tener una naturaleza peculiar que dificulte su tratamiento, una de ella encabeza la lista: la degeneración macular asociada a la edad (DME). Nuestro cuerpo es una máquina perfecta, pero la edad pasa factura en todos los procesos celulares que se desarrollan en el mismo.

Nuestra retina transforma la luz que entra por el globo ocular en imágenes, que se traducen gracias a los impulsos nerviosos. Si descomponemos la retina en cada una de sus partes, señalamos la mácula, la encargada de mantener nuestra visión nítida y detallada. Si los vasos sanguíneos que irrigan la mácula sufren daño, la mácula también lo sufrirá.

La degeneración macular, la ceguera de los ancianos

Un paciente de unos 70 años, diagnosticado con DME, participó en un estudio que le ofrecía un tratamiento alternativo de forma experimental en el año 2014. Tras dos años, los investigadores han comenzado a publicar los sorprendentes resultados.

El punto de partida de los investigadores fue un pequeña porción de piel de la paciente, que tomaron de su brazo y con un diámetro de unos 4 milímetros. Posteriormente, siguieron un protocolo de reprogramación celular, con el que consiguieron inducir las células epiteliales a células madre pluripotentes (iPSC).

Estas células poseen un enorme potencial, pues son capaces de generar la mayoría de los tejidos (las 3 capas germinales embrionarias) de forma que tenemos a mano una herramienta ideal para cubrir la necesidad de una célula especializada en un determinado tejido.

Con los marcadores y señales celulares adecuados, inducimos la diferenciación de estas células a las células del epitelio pigmentario retinal. El resultado sería una delgada capa de células que podría ser trasplantada al paciente debajo de su retina.

Recuperar la visión ya es posible

La directora del proyecto, Masayo Takahashi del Riken Centre for Developmental Biology, asegura que además de llevarse a cabo sin complicaciones en la cirugía, el proyecto ha supuesto un paso más en el empleo de la medicina regenerativa con iPSC siendo la primera intervención usando esta técnica. Recuperan la visión y colocan las bases del uso de células madre pluripotentes inducidas.

“Agradezco haber recibido este tratamiento. Siento cómo mi visión ha mejorado y la siento mejor que nunca.” Afirma el paciente en la revista Japan Times.

Aunque no se haya conseguido recuperar la visión total del paciente, los resultados son prometedores y no sólo para el campo de la medicina ocular, sino para todo problema que nos afecta en los tiempos que corren con las nuevas técnicas de reprogramación celular.

 

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