La principal causa de pérdida de visión en mayores de 65 años: la DMAE

La principal causa de pérdida de visión en mayores de 65 años: la DMAE. Algunas personas perciben que, con la edad, pierden capacidad para ver de cerca, es decir, para leer o coser por ejemplo. Es un proceso normal asociado al envejecimiento y puede resolverse utilizando unas gafas con la graduación adecuada.

Pero, en algunas ocasiones, la pérdida de agudeza visual se localiza sólo en el centro de la imagen. En este caso podría tratarse de una Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). Ésta es una patología muy frecuente que va más allá de la “vista cansada” porque causa pérdida de visión. Se detecta fácilmente ya que cuando se intenta enfocar se observa  una mancha en la parte central del campo visual o se perciben con dificultad las líneas rectas. Todo ello dificulta la capacidad para reconocer caras, ver la televisión, conducir o leer.

Existen dos tipos de Degeneración Macular Asociada a la Edad, la húmeda y la seca. Ésta última tiene un avance muy lento y progresivo y afortunadamente es la más frecuente ya que afecta el 80 % de los pacientes.

¿Por qué ocurre?

La mácula es una parte de la retina encargada de la visión central, y nos ayuda ver colores y formas. En occidente, la Degeneración de la Mácula es la principal causa de pérdida de visión en personas mayores de 65 años.

Las causas que la provocan son varias. El principal factor de riesgo es la edad, pero también la predisposición genética. Otros factores también influyen pero son evitables, como el tabaquismo, los niveles altos de colesterol o la hipertensión.

¿Cómo se puede prevenir?

La degeneración de la mácula no se puede prevenir, porque como su propio nombre indica, está asociada a la edad. Lo que si podemos hacer es reducir su incidencia o retardar su aparición llevando a cabo una dieta sana y equilibrada y evitando el consumo de tabaco.

La DMAE empieza por un ojo pero normalmente acaba afectando a los dos. Por eso al inicio de la enfermedad cuesta darse cuenta. A partir de los 50 años es muy recomendable realizar revisiones oftalmológicas periódicas. Además pueden hacerse pequeñas pruebas en casa como taparse un ojo e intentar enfocar líneas rectas con el otro ojo (como el marco de una puerta por ejemplo). Si se observaran las líneas torcidas u ondulaciones puede ser un indicador de degeneración macular.

Existen estudios que demuestran que tomar complementos vitamínicos que contengan antioxidantes, luteína o zeaxantina, ayuda a ralentizar el progreso de la enfermedad. Estos complejos aumentan la densidad de la mácula y por otro lado reducen el riesgo de acumulación de sustancias que favorecen la aparición de la DMAE.