Mapa mental: Una herramienta para moverse con menos preocupaciones

Cuando vamos a un nuevo destino, ¿Cómo sabe cómo llegar? ¿Qué medidas toma para prepararse y encontrar su destino con el mínimo riesgo de perderse?

Una persona vidente puede utilizar el GPS, consultar un mapa físico, leer las señales de las calles y buscar puntos de referencia visuales.

Las personas con pérdida de visión, incluso las que utilizan un bastón como las que tienen un perro guía, deben pensar más detenidamente en cómo llegarán a su destino. Aquí es donde entra en juego un mapa mental.

Un mapa mental es una representación que se guarda en la mente y se actualiza a medida que se camina para mantener la conciencia de hacia dónde se va. Un mapa mental incluye puntos de referencia y pistas, como el tráfico, que le guiarán en su camino. Utilice este mapa para llegar a donde quiere ir sin preocuparse de perder un giro importante o una pista y poder continuar por el camino correcto.

Pistas importantes

Las cosas importantes que debe recordar al crear tu mapa mental son las siguientes:

  • Puntos cardinales: Utilizamos los puntos cardinales porque son universales. Nada cambia en cuanto a dónde está el Norte, independientemente de la dirección en la que se mire. Esto no es cierto cuando se utiliza la derecha o la izquierda. Si durante tu camino te das la vuelta sin saberlo, ahora la izquierda puede significar la derecha y podrías perder fácilmente tu destino.
  • Ruidos del tráfico: En zonas con tráfico moderado o intenso, los sonidos del tráfico pueden servirle para orientarse en el entorno y mantener el rumbo. Imagine que camina hacia el norte por una avenida. Hay tráfico a su izquierda. Después de detenerse para descansar, puede utilizar ese ruido para continuar hacia el Norte manteniendo el sonido del tráfico a su izquierda. O puede girar hacia el Sur poniendo el tráfico a su derecha.
  • Puntos de referencia: Otros puntos de referencia pueden ser lugares físicos como estaciones de tren, zonas abiertas, elementos acuáticos, escalones o cambios en la superficie por la que camina. También pueden ser el olor del café recién hecho en la tienda de la esquina o el sonido del tren elevado. Los buenos puntos de referencia son lo suficientemente únicos como para que sólo se den una vez en su ruta.

Planificación y actualización de su mapa mental

  • Utilice la orientación. Puede utilizarla para predecir a cuántas manzanas está su destino, en qué lado de la calle se encuentra y a qué distancia de la manzana está.
  • Llame con antelación para obtener información que le ayude a identificar el destino con mayor fiabilidad. ¿Hay bancos, jardineras o escaleras? Tal vez pongan música o estén cerca de algún lugar que pone música. Todos los detalles que usted pueda obtener con antelación le ayudarán cuando llegue a la zona.
  • Hágase algunas preguntas: Según su ubicación actual, ¿tiene que cruzar calles? ¿Cuántas? ¿Necesitas hacer un giro? ¿Dónde? Esto es lo que constituye la mayor parte de su mapa.
  • Actualice su mapa. Mientras usted se desplaza, utilice los sonidos del tráfico u otros puntos de referencia para determinar si está donde espera estar. ¿Está el tráfico en el lado correcto? ¿En qué calle se encuentra? ¿En qué dirección está? Hacerse estas preguntas a lo largo del camino, como si se tratara de una lista de comprobación, le mantendrá en el camino correcto.

Imaginar el recorrido

  • Una forma común de pensar en el recorrido es utilizar letras. Una ruta en forma de «I» es aquella que simplemente le lleva por la calle, mientras que una ruta en forma de «U» bajará por la calle, pasará por encima y luego volverá a subir por otra calle. Una ruta en forma de «L» le llevará calle abajo y encima. Si puede identificar una letra o forma que se asemeje a la forma general del recorrido, le será más fácil tener en cuenta los giros que tiene en su camino.
  • Este es un elemento de la cartografía mental fácil de practicar. Piense en las rutas que recorre normalmente y determine qué forma tienen.

La creación de un mapa mental es una habilidad que va unida a las demás habilidades de desplazamiento, como el análisis de los patrones de tráfico, el uso de los demás sentidos para determinar la ubicación y la solicitud de indicaciones. Hay muchos factores que intervienen en la creación y el uso de un mapa mental, pero una vez que se haya hecho con él, no tendrá ningún problema y desplazarse de forma independiente será mucho más fácil. Esperemos que esto le dé una forma de empezar a pensar en las cosas, o que añada algunas de las técnicas que ya estaba utilizando en sus recorridos.

Mapa mental: Una herramienta para moverse con menos preocupaciones

Autora:  Eleni Gaves, Second Sense’s Certified Orientation and Mobility Specialist.

Traducción: Asociación Mácula Retina

Fuente