Un estudio revela que el pentosano polisulfato de sodio provoca daños en la retina y degeneración macular

Un nuevo estudio presentado en la AAO 2019 reveló que el único fármaco aprobado por la FDA para la cistitis intersticial causó daños en la retina en alrededor del 25% de los pacientes que habían estado recibiendo el tratamiento.

Un nuevo estudio presentado en la Reunión Anual 2019 de la Academia Americana de Oftalmología (AAO) en San Francisco ha descubierto pruebas adicionales de que el medicamento para la vejiga comúnmente prescrito pentosano polisulfato de sodio (Elmiron) está relacionado con la degeneración macular.

Un equipo de investigadores de Kaiser Permanente en el norte de California comprobó que el uso de pentosano polisulfato de sodio, que es el único medicamento aprobado por la FDA para el tratamiento de la cistitis intersticial, causó daños en la retina en alrededor del 25% de los pacientes y, además, el propio daño puede imitar el de otras patologías de la retina como la degeneración macular relacionada con la edad o las Distrofias maculares en patrón.

«Es lamentable. Tienes un paciente con una enfermedad crónica como la cistitis intersticial, para la que no hay cura ni tratamiento eficaz», dice el doctor Robin A. Vora, oftalmólogo de Kaiser Permanente. «Les ponen estos medicamentos porque se cree que tiene pocos efectos secundarios y pocos riesgos, y nadie vuelve a pensar en ello».

Después de que los datos publicados en 2018 revelaran que 6 pacientes de una clínica en Atlanta, GA, que habían estado tomando pentosano polisulfato de sodio habían desarrollado cambios anormales en su mácula, los médicos de Kaiser Permanente comenzaron a examinar si la tendencia estaba presente en sus propios pacientes. Cuando una evaluación inicial reveló que una mujer en tratamiento a largo plazo había sido diagnosticada erróneamente con una distrofia de la retina, los médicos se vieron obligados a examinar la totalidad de su base de datos de 4,3 millones de pacientes.

Tras el examen, los investigadores identificaron una cohorte de 140 pacientes que habían tomado una media de 5.000 pastillas cada uno en el transcurso de un periodo de 15 años. De este grupo, 91 aceptaron someterse a un examen.

Para evaluar más a fondo cualquier daño causado por la potencial toxicidad retiniana del pentosano polisulfato de sodio, los investigadores tomaron imágenes del fondo de los ojos de sus pacientes y las dividieron en función de la evidencia de anormalidades: las imágenes se definieron como normales, posible anormalidad y anormalidad definitiva. De los 91 pacientes examinados, 22 presentaban signos claros de toxicidad del fármaco.

Además, la toxicidad observada aumentó con la cantidad de fármaco consumido. Los investigadores observaron que la tasa de toxicidad de los que tomaban entre 500 y 1.000 gramos era del 11% y que esa cifra se disparaba al 42% cuando los pacientes tomaban 1.500 gramos o más. Los investigadores también señalaron que el daño tardío puede imitar la degeneración macular atrófica seca en fase tardía y provocar una pérdida de visión permanente.

Basándose en los resultados de sus análisis —y al no poder determinar exactamente cuánta medicación es demasiada—, Robin Vora sugiere que se realicen revisiones anuales para evaluar a los pacientes que no muestran signos de toxicidad. En el caso de los pacientes que presenten signos de daño en la retina, Robin Vora recomienda que consulten a su urólogo o ginecólogo sobre la posibilidad de suspender la medicación.

Un estudio revela que el pentosano polisulfato de sodio provoca daños en la retina y degeneración macular.

Este estudio, «Prevalencia de la maculopatía asociada a la terapia con pentosano polisulfato de sodio en Kaiser Permanente Northern California«, fue presentado en la AAO 2019.

Traducción: Asociación Mácula Retina.

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