La obtención de imágenes Doppler a color determina el riesgo y los biomarcadores en la DMAE.
Un estudio reciente midió y comparó los niveles de biomarcadores plasmáticos en relación con las alteraciones de la resistencia vascular en la arteria oftálmica, la arteria central de la retina, las arterias ciliares temporal posterior y la arteria ciliar nasal posterior en pacientes con y sin degeneración macular relacionada con la edad (DMAE).
Fermín Rodrigo Auria, MD, del Departamento de Oftalmología en el Hospital Marina Baixa, en Villajoyosa, y la Universidad de Castilla La Mancha, y sus colegas, utilizaron imágenes Doppler a color para examinar las arterias relevantes, así como la velocidad sistólica pico, velocidad diastólico final, e índice resistivo de Pourcelot. Los participantes también se hicieron un analisis de sangre para determinar los niveles plasmáticos de homocisteína, proteína C reactiva, vitamina B12 y ácido fólico. Cada paciente se sometió a un examen oftalmológico completo y proporcionó una historia clínica detallada antes del estudio.
El grupo de control consistió en 30 pacientes con cataratas y el grupo de estudio de 30 pacientes con DMAE exudativa previa. Según los autores del estudio, «la degeneración macular relacionada con la edad es la principal causa de ceguera legal en las personas mayores en los países desarrollados«.
El estudio incluyó un total de 30 ojos de 30 pacientes, incluidos tanto en el grupo control como en el estudio, sin diferencias significativas entre ellos en edad (control: 75,33 ± 7,30 años, rango 61-89 años; estudio: 78,60 ± 5,88 años, rango 57 -90 años; P = .061).
En el grupo de estudio se incluyeron 22 mujeres (73.3%) y 8 hombres (26.7%), y 14 mujeres (46.7%) y 16 hombres (53.3%) fueron incluidos en el grupo de control ( P = .064), sin diferencias estadísticamente significativas observadas entre los grupos de control y estudio en el porcentaje de ojos con hipertensión arterial ( P = .295), hipercolesterolemia ( P = 1.00), enfermedad cardiovascular ( P = .671), enfermedad vascular cerebral ( P= .706) y el tratamiento con estatinas ( P = 1.00).
Todos los pacientes del grupo de estudio tenían DMAE exudativa en un ojo y DMAE intermedia en el otro ojo. En cuanto a los ojos con DMAE exudativa, 20 (66,6%) mostraron características angiográficas que se consideraron compatibles con la DMAE exudativa oculta. En términos de ejemplos clásicos de DMAE exudativa, 10 (33,3%) de los paciente del estudio mostraron características únicas. «En el grupo de control, cualquier ojo de cada paciente mostró signos compatibles con DMAE o maculopatía asociada con atrofia geográfica«, escribieron los autores.
Los investigadores concluyeron que había una correlación importante en los niveles de Proteína C reactiva y el índice de resistencia de Pourcelot en el grupo de pacientes con DMAE (r = 0.498, P= .005). El índice de resistencia de Pourcelot se incrementó en todas las arterias cuando se comparó con el grupo de control, con una diferencia significativa en la PTCA (p = 0,035). También se vió que los participantes con DMAE tenían una velocidad telediastólica significativamente menor en la arteria retiniana central en comparación con los controles (p = 0,041).
El grupo de estudio también exhibió niveles plasmáticos significativamente más altos de homocisteína (P = .042) y PCR (P = .046). El equipo de investigación no encontró diferencias significativas en el ácido fólico o la vitamina B12 entre los dos grupos (P = .265, P = .520).
Los investigadores determinaron que estos cambios tienen un efecto etiológico en la DMAE exudativa y recomendaron un estudio adicional: «Nuestros pacientes con DMAE exudativa parecen tener un trastorno vascular general en todas las arterias evaluadas», escribieron. «Este riesgo vascular podría verse agravado debido al aumento en los niveles plasmáticos de homocisteína y proteína C reactiva (PCR) que conducirían a un empeoramiento de los cambios vasculares asociados con la edad. Por lo tanto, la disminución de la perfusión coroidal relacionada con la hiperhomocisteinemia y el aumento en los niveles plasmáticos de PCR pueden tener un papel etiológico en la DMAE exudativa. Esto debería confirmarse en futuros estudios con muestras más grandes de pacientes».