Locus retiniano preferido
Los pacientes con enfermedades maculares sufren la pérdida de su visión central porque la mácula, que es un punto muy pequeño situado junto al centro de la retina, se ha dañado. Como resultado, muchas personas con degeneración macular avanzada presentan lo que se llama escotoma central. Puede empezar como una mancha en el centro de la visión y progresar hasta convertirse en una mancha gris o negra. El tamaño del escotoma puede cambiar y hacerse más grande a medida que avanza la DMAE. Sin embargo, normalmente el resto de la retina no está dañada y permanece sana. Muchos de estos pacientes compensan de forma natural esta alteración de la visión central desplazando ligeramente su visión para poder ver las cosas con mayor nitidez e intentar «mirar alrededor» del escotoma. Es posible que no sepan cómo se llama, pero estos pacientes utilizan lo que se denomina locus retiniano preferido (PRL).
El locus retiniano preferido (PRL) permite a una persona con la mácula dañada utilizar una parte diferente de la retina que no sea la fóvea o la mácula. Los pacientes que aprenden a utilizar su visión periférica, lo que se denomina visión excéntrica, en realidad están enseñando a sus fotorreceptores tipo bastón a hacerse cargo de las tareas que realizan sus fotorreceptores tipo cono, ahora dañados. El Dr. Randy Kinkade, especialista en rehabilitación visual, describe la PRL como «una zona de la retina que actúa como pseudofóvea proporcionando una visión mejor que la fóvea/mácula dañada».
Dan Roberts, que tiene DMAE y es autor de The First Year: Age-Related Macular Degeneration: An Essential Guide for the Newly Diagnosed (El primer año: Degeneración macular asociada a la edad: una guía esencial para el recién diagnosticado) explica que la visión excéntrica puede mejorar mucho la visión fina, «con el entrenamiento adecuado, la práctica continua y las adaptaciones apropiadas».
Entrenamiento
Los servicios de rehabilitación visual ofrecen un entrenamiento que enseña al paciente a identificar «la mejor» zona de la retina que debe utilizar y a desplazar su campo visual de la visión central a la periférica. El Trained Retinal Locus (TRL) es algo diferente del PRL. El Trained Retinal Locus es una zona específica de la retina que ha sido identificada con la ayuda de un especialista en rehabilitación visual que es más adecuada para la lectura.
Practicar en casa
La práctica y la repetición son necesarias para aprender esta nueva forma de ver. Los terapeutas de rehabilitación visual pueden proporcionar a los pacientes tareas para realizar en casa o se pueden encontrar ejercicios de autoaprendizaje en Internet.
Adaptaciones adecuadas
Las adaptaciones adecuadas consisten en maximizar la visión utilizable mediante el contraste, la iluminación y las lupas. Las letras negras en negrita sobre un fondo blanco, las lupas de lectura y la mejora de la iluminación combinada con el uso de la PRL o la TRL mejoran enormemente la visión útil. Para saber más sobre el entrenamiento de visión excéntrica, siga estas recomendaciones:
Las enfermedades maculares provocan una alteración no corregible de la visión central. Con el tiempo, a medida que la enfermedad progresa, la capacidad del paciente para ver lo que está en la línea de visión directa se vuelve cada vez más precaria. Llegados a este punto, la mejor manera de ver lo que ha desaparecido en el centro del campo visual es simplemente apartar la mirada. Ahora lo verá, no en el centro, sino en la visión periférica. También conocida como visión excéntrica (EV), esta solución visual puede practicarse y aprenderse fácilmente para compensar el escotoma o punto ciego.
Practique estos ejercicios para maximizar la visión periférica residual:
Mire un objeto de frente y luego desvíe la mirada hacia la izquierda, la derecha, arriba, abajo y alrededor. Encuentre el punto en el que ve mejor con su campo periférico, conocido por los profesionales como PRL (locus retiniano preferido). Mueva sólo los ojos, no la cabeza.
Si mira en el cajón de los cubiertos, los objetos no están bien definidos; si mira hacia otro lado, los tenedores, los cuchillos y las cucharas se perciben mejor. Repita este ejercicio también en el botiquín, el cajón del escritorio y el armario.
Acostúmbrese a explorar de izquierda a derecha para ver lo que hay delante cuando camine por la calle. Desvíe la mirada para identificar los semáforos de los pasos de peatones y sea consciente del movimiento del tráfico en su visión lateral. Utilice su visión periférica para identificar la señaletica a la altura de los ojos, por ejemplo: los baños, los números de las habitaciones, las placas de las oficinas, las puertas de entrada y salida, etc.
Cuando esté frente a alguien, desvíe la mirada para ver mejor sus rasgos faciales en su campo periférico.
Pruebe la visión excéntrica mientras ve la televisión, de cerca o de lejos.
Desvíe la mirada al entrar en una habitación para ver mejor la distribución, los muebles y cualquier obstáculo que se encuentre en su camino.
Consiga una percepción más nítida de los colores de la ropa y el mobiliario del hogar, mientras da un paseo por la naturaleza o mira un ramo de flores.
Ponga a prueba su visión periférica en todas las actividades cotidianas y descubra dónde le ayuda más. Practique cada día, el aprendizaje requiere repetición. En pocos días empezará a desarrollar el nuevo hábito, en pocas semanas se convertirá en una segunda naturaleza. Para muchos pacientes que padecen problemas de mácula, ajustar la vista de forma excéntrica supone una mejora significativa de la función visual. Si no lo hace con cierta facilidad, consulte a un terapeuta de rehabilitación visual para recibir formación especializada.
Sobre la autora: Dorrie Rush
Dorrie Rush es la directora de contenidos y experta en accesibilidad visual de Ophthalmic Edge Patients (OE Patients), un recurso en línea, presentado por la Association for Macular Diseases, que proporciona información práctica y consejos para vivir una vida plena y exitosa con pérdida de visión.
Traducción: Asociación Mácula Retina.
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