Tratamientos con células madre para la degeneración macular DMAE
La degeneración macular es una patología muy grave que conduce a la pérdida de agudeza visual y, en algunos casos, a la ceguera. Incluso aquellos que no experimentan una pérdida total de la visión sufren una frustrante degradación de la visión central, que hace que conducir, utilizar el ordenador u otros dispositivos, reconocer caras, leer y muchas otras actividades sean casi imposibles de realizar. Sin embargo, los recientes avances en los tratamientos con células madre para la degeneración macular están proporcionando una luz de esperanza a muchas personas.
Aunque estos nuevos tratamientos son un paso importante y potencialmente salvador, no pueden curar todos los casos de degeneración macular. Dependiendo de la gravedad, el daño en la retina puede resultar demasiado completo, haciendo que los tratamientos con células madre sean ineficaces. Sin embargo, aunque las células madre no significan una cura para todos los que padecen degeneración macular, sí proporcionan una fuente potencial de curación para las personas con esta dolorosa enfermedad.
Una exploración más profunda de los tratamientos con células madre para la degeneración macular
Para explorar este tema a fondo, es necesario hacer una descripción general de la degeneración macular relacionada con la edad. A continuación, una visión general de los tratamientos con células madre para la degeneración macular, así como una exploración de cómo es el proceso de uso de células madre para curar la visión. Por último, quienes se planteen este tratamiento deben entender cuáles son los riesgos y los beneficios, así como quién es un adecuado candidato.
La degeneración macular asociada a la edad también se conoce como degeneración macular, degeneración macular relacionada con la edad y DMAE. Esta enfermedad provoca visión borrosa y puntos ciegos en la visión central.
Existen dos formas de la enfermedad: la degeneración macular seca asociada a la edad y la degeneración macular húmeda asociada a la edad. La forma seca se produce cuando el ojo deposita pigmento en la mácula, una pequeña estructura situada en la parte delantera de la retina. También se produce por el envejecimiento y el adelgazamiento de la mácula, que es la principal responsable de la agudeza visual central.
La forma húmeda se produce por el crecimiento de los vasos sanguíneos en la zona macular. Por ello, también se denomina forma neovascular (a diferencia de la forma seca no neovascular). Esta forma sucede a la forma seca, y es el resultado del intento del cuerpo de llevar más oxígeno y recursos a la zona. Por ello, los vasos sanguíneos tienden, desgraciadamente, a ocluir aún más la visión.
A menudo, la degeneración macular se debe también a la degradación del epitelio pigmentario de la retina (EPR). Esta capa de células se encuentra justo debajo de la retina y es la responsable de proporcionar el alimento necesario para mantener los ojos sanos.
Cuando el EPR deja de funcionar eficazmente, los ojos no pueden absorber la luz correctamente, reaccionar a los cambios de luz ambiental, recibir imágenes con claridad o mantener la función inmunitaria. El resultado general es una pérdida de visión de leve a grave.
¿Qué son las células madre y cómo funcionan?
En años anteriores, la degeneración macular resultó ser un hueso duro de roer. Esto se debe a que el ojo es incapaz de fabricar nuevas células de la retina para reemplazar las viejas dañadas. En ausencia de nuevas células, el ojo queda comprometido indefinidamente.
Sin embargo, los recientes avances en medicina regenerativa permiten sustituir esas viejas células dañadas por células madre. Estas células madre son capaces de transformarse en una variedad de células nuevas.
Hay cuatro tipos principales de células madre:
- Células madre embrionarias (CME): proceden de embriones humanos en fase inicial.
- Células madre perinatales: se encuentran en los distintos tejidos perinatales, como el líquido y el tejido amniótico, la sangre y el tejido de la placenta o la sangre y el tejido del cordón umbilical.
- Células madre adultas: se obtienen de los tejidos de un ser humano vivo.
- Células madre pluripotentes inducidas (iPSC): son células creadas en un laboratorio mediante reprogramación genética. Como se crean a partir de células adultas maduras, no son objeto de controversia.
El tipo de célula regenerativa más versátil es una célula madre pluripotente, porque puede convertirse en cualquiera de los 200 tejidos diferentes que forman un ser humano. Sólo las células madre embrionarias (ESC) y las células madre pluripotentes inducidas (iPSC) son pluripotentes.
Las células madre pluripotentes se conocen como «células maestras», por su capacidad de replicarse y diferenciarse en una amplia gama de tejidos humanos. Además, son capaces de autorrenovarse sin fin. A diferencia de otras células del cuerpo, que tienen una fecha de caducidad y se suicidan tras un cierto número de divisiones, las células madre pluripotentes pueden seguir dividiéndose y repoblándose para siempre.
En cambio, tanto las células madre perinatales como las adultas son multipotentes. Esto significa que pueden convertirse en una gama limitada de tipos de tejidos. Las células madre multipotentes se encuentran en muchas partes del cuerpo adulto, entre ellas:
- Sangre y vasos sanguíneos
- Huesos y tejido muscular
- El cerebro
- El hígado
- El intestino
- El corazón
- Los ovarios y los testículos
- La piel
- El tejido graso
¿Cómo ayudan las células madre a la degeneración macular?
La degeneración macular, ya sea húmeda o seca, es fundamentalmente un problema de células viejas o dañadas, que son incapaces de repararse a sí mismas. Por desgracia, muchas estructuras del cuerpo carecen de la capacidad de autor renovación después de cierto tiempo, y el ojo es una de ellas.
Las células madre proporcionan una nueva oportunidad de vida en forma de células que los médicos pueden inducir para que se conviertan en células oculares. Una vez introducidas en la mácula, pueden curarla y repararla sustituyendo el tejido ocular existente. Con el tiempo, los pacientes pueden experimentar una reversión parcial o completa del daño ocular.
¿Cómo se desarrolla el proceso?
En primer lugar, los médicos extraen células madre del paciente, normalmente de la sangre o del tejido adiposo. En el laboratorio, inducen estas células maestras para que se conviertan en células de la retina, tras lo cual las inyectan de nuevo en el paciente.
Pueden introducir las células de varias maneras, entre ellas
- colocándolas detrás del ojo (retrobulbar)
- por vía intravenosa (en la vena)
- por vía intravítrea (en el propio ojo)
El mejor método dependerá del estado de salud del paciente, del avance y la gravedad de su enfermedad y de sus preferencias, además de otros factores. Los tratamientos pueden llevarse a cabo en un quirófano o directamente en una clínica.
El protocolo exacto también varía en cuanto a la duración del tratamiento. En los casos más graves, el paciente recibirá más inyecciones. Los médicos hablarán con el paciente antes de proceder y acordarán un protocolo exacto que aborde las necesidades del paciente de la forma más eficaz.
¿Qué riesgos y beneficios tienen los tratamientos con células madre para la visión?
Una de las mayores preocupaciones del uso de células madre se mitiga completamente en el caso de la degeneración macular, y es el riesgo de reintroducir la enfermedad.
En el caso de enfermedades como el cáncer, éste podría no ser un método seguro de adquisición de células madre debido al peligro de que, involuntariamente, se recojan células cancerosas y se reintroduzcan posteriormente en el paciente. Sin embargo, en el caso de la degeneración macular, y dado que no hay células dañinas, sino sólo células degeneradas, esta preocupación no es aplicable.
Sin embargo, existen otros riesgos, explica The Conversation. Los dos riesgos principales son la inflamación, que podría disminuir aún más la visión, y el desarrollo de tumores. Como las células madre son capaces de autor replicarse sin fin, existe el peligro de que crezcan sin control. De nuevo, esto reduciría aún más la visión al aumentar la presión sobre el ojo.
Por otro lado, los beneficios potenciales de los tratamientos con células madre para la degeneración macular son enormes.
¿Qué ensayos clínicos se han realizado con células madre para la degeneración macular?
En 2009, los datos preclínicos mostraron que una terapia con células madre podía promover la recuperación de la visión, al menos en los ratones. En este estudio, se utilizaron células madre pluripotentes inducidas (iPSC) para crear células del epitelio pigmentario de la retina (EPR). A continuación, estas células se administraron a ratones con pérdida de visión. Los roedores mostraron una mejoría.
Poco después, en 2014, los médicos del Centro RIKEN de Kobe (Japón) trasplantaron láminas celulares derivadas de células madre pluripotentes inducidas (iPSC) en un humano con degeneración macular. Un año después, se detuvo la progresión de la pérdida de visión. Se observó una zona con recuperación de fotorreceptores y la visión del paciente se mantuvo estable. No hubo síntomas de rechazo inmunológico ni de desarrollo tumoral.
En marzo de 2017, científicos japoneses llevaron esta investigación un paso más allá. Anunciaron que habían tratado a un hombre de 60 años con pérdida de visión utilizando células madre de otra persona. Es lo que se llama un trasplante alogénico. Recibió células de la retina creadas a partir de células madre pluripotentes inducidas de otra persona.
En diciembre de 2019, los NIH estadounidenses anunciaron que estaban llevando a cabo el primer ensayo clínico estadounidense de este tipo. El objetivo del ensayo es restaurar la pérdida de visión. En este ensayo clínico de fase I/IIa participan 12 pacientes que reciben un tratamiento con células madre en un ojo. Cuenta con el apoyo de la Sección de Investigación Traslacional Ocular y de Células Madre del Instituto Nacional del Ojo (NEI). El NEI forma parte de los NIH.
Aunque estos ensayos representan la fase inicial de la investigación, las células madre para el tratamiento de la degeneración macular están ganando impulso claramente.
Tratamientos con células madre para la degeneración macular
La lucha contra la ceguera ha sido una de las principales preocupaciones de la industria médica durante siglos, y parece que la raza humana puede tener por fin una respuesta. Afortunadamente, a medida que avanzan estos tratamientos con células madre, cualquier persona lo suficientemente sana como para soportar la cirugía tendrá la opción de leer, conducir y ver a sus nietos sonreír de nuevo.
Autora: Cade Hildreth
Traducción: Asociación Mácula Retina.
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